“EL ROL DE LA MUJER EN EL AREA DE EMPRENDIMIENTO”
El enfoque de emprendimiento
se encuentra en gran parte dirigido al hombre, es decir, desde la definición de
quién lleva a cabo el desarrollo de un emprendimiento, nos podemos percatar que
nos referimos al término emprendedor, considerándolo del género Masculino; sin
embargo, en los últimos años se ha visto un comportamiento en la mujer, de tal
manera que existe un incremento de su participación en el mundo de los
negocios.
Existen estadísticas que demuestran que la mayor
parte de los negocios de las mujeres se encuentran en el área del emprendimiento
social, sin embargo, ya se presentan casos en los cuales está la mujer en el
área de emprendimiento basada en TIC = Tecnologías de Información y Comunicación.
Pero todo parte desde la cultura y formación de
la mujer, en donde en estos tiempos todavía existe el pensamiento en el cual se
“dice” que la mujer debe permanecer enfocada al hogar y a los hijos, y el nivel
de educación puede ser un factor crítico en su desarrollo.
De acuerdo a diferentes estudios se considera
que las mujeres emprendedoras son más sensibles en relación a las necesidades
de las personas, por lo cual buscan y valoran el bienestar del grupo por encima
de la obtención de ganancias para la empresa. También se dice que las mujeres se
enfocan en varios objetivos en el momento de emprender una iniciativa de
negocios, teniendo como principal enfoque su familia. Pero una cosa sí es
cierta, las mujeres a diferencia de los hombres tienen una mayor proyección al
interior de los grupos sociales que la componen.
Existen ciertos rasgos generales que nos pueden
ayudar a definir el perfil de la mujer empresaria en América Latina:
1.
Empresarias
por necesidad
2.
Las
mujeres son dueñas de microempresas, y pocas de empresas pequeñas, medianas o
grandes
3.
El
nivel de educación y/o capacitación de las mujeres empresarias en la
informalidad es más bajo que el de los hombres.
4.
Las
empresas de mujeres se orientan sobre todo al sector de servicios y atienden
nichos de mercado.
5.
Las
mujeres empresarias tienen limitado acceso al capital
6.
La
disyuntiva de conciliar familia y trabajo
7.
Las
mujeres enfrentan estereotipos negativos sobre su capacidad para hacer
negocios.
No cabe duda que uno de los
principales beneficios de las mujeres emprendedoras giran alrededor del reconocimiento de las
capacidades de las mujeres como profesionales, su cambio de estatus dentro del
campo empresarial, la facilidad para entrar a distintos círculos empresariales
por ocupar puestos de gerencia, mayor autoestima a nivel personal, la
generación de empleos contribuyendo al desarrollo de su país y su familia, el
hecho de no ser empleadas, sino empleadoras.
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