“LA CUARTA OLA FEMINISTA:
MUJERES AL PODER, PAÑUELOS VERDES Y LA LUCHA POR EL FIN DEL PATRIARCADO”
En La Cuarta Ola feminista edición conjunta de Oleada Revista
Digital y Mala Junta, se plantean parte de los ejes más importantes del
feminismo argentino.
Un “libro militante, escrito desde la Cuarta Ola, por algunos
de sus protagonistas, en tiempo real”. Así se presenta La Cuarta Ola feminista,
edición conjunta de Oleada Revista Digital y Mala Junta, escrito por diferentes
autores. Por sus páginas pasean los pañuelos verdes y el derecho a la
interrupción voluntaria del embarazo; la violencia machista (y una mirada
crítica de los dispositivos para prevenirla y erradicarla); El feminismo en los
medios y las redes sociales, así como en la escena política y más.
Victoria Freire, coordinadora del Observatorio de Géneros y
Políticas Públicas de la Ciudad, y responsable del capítulo “De la marea verde
a la marea ciudadana” hizo un repaso por los conceptos más destacados de la
obra.
Freire asegura que una de las tareas del feminismo es
“transformar el poder”. Pero ¿a qué se refiere? “Cuando hablamos de feminizar
la política estamos hablando de transformar el seno del poder como demostramos
en el debate del aborto en donde construimos alianzas inéditas y flexibles, con
un equilibrio de diálogo y confrontación que nos permitió estar a un paso de
que sea ley. Esto tiene que ser el punto de partida para la construcción
democrática y de mayorías sociales, que es tan elemental, pero resulta tan
difícil en un contexto de avanzada fascista en el continente”, sostuvo a Crece
Mujer.
Al mismo tiempo, la socióloga destacó un aspecto central de
la lucha feminista: la igualdad. “El feminismo es antagónico a cualquier
transformación en un contexto de desigualdad o precarización, porque es un
movimiento que en esencia cuestiona los valores individualistas del sistema
neoliberal y del mito de la meritocracia. Devela que en la sociedad en la que
vivimos existen desigualdades que nos constituyen a todos y todas, y por otro
lado pone sobre la mesa la necesidad de hermanarnos y unirnos para echarlas por
tierra. Construir poder feminista es construir una sociedad más igualitaria y
libre de violencias. Es estrategia y ética política a la vez”, añadió.
Feminización de la
política
En La Cuarta Ola se insiste una y otra vez en la necesidad de
más mujeres en el Congreso, así como en la idea de des masculinizar la
política. Para Victoria, esto “no va a ser resultado de ser pacientes y
esperar, como nos suelen hacer creer, sino de nuestra capacidad de plantarnos
como un sujeto político. Creo que este es uno de los saldos y aprendizajes más
importantes de la irrupción masiva de nuestro movimiento feminista”.
Cuando elevamos el grito de que “el patriarcado se va a
caer”, también hacemos referencia a esto que puntualiza la autora: “Feminizar
la política supone en primer lugar entender y analizar que vivimos en una
realidad en donde las decisiones generalmente son tomadas por varones, la
autoridad está considerada como una cualidad masculina, y los lugares de poder
por lo tanto también. Y en los pocos casos que una mujer toma ese lugar, suele
ser duramente criticada y condenada”.
Este año, el tratamiento de la Ley de Interrupción Voluntaria
del Embarazo (IVE) en nuestro país marcó un hito histórico, aunque tras la
media sanción de Diputados no obtuviera la aprobación de la Cámara Alta. Para
Freire, la importancia del debate radicó en que “nos permitió construir una
mayoría plural y transversal movilizada por el derecho al aborto legal, seguro
y gratuito y poner en discusión qué sucede en todo el territorio nacional al
respecto. También salió del closet la realidad del aborto clandestino en
nuestro país”. Y lo que sucedió fue que “miles de mujeres y cuerpos gestantes
se animaron a decir que se habían practicado uno y, por otro lado, las cifras y
casos de las personas que se lleva el aborto clandestino también salieron a la
luz. Por ejemplo, días después del rechazo en el Senado nos enteramos de una
piba que había muerto en Pilar fruto de un aborto clandestino, esto antes no hubiera
salido en ningún lado”.
Misoprostol en el prime
time
En ese sentido, la socióloga destacó la inclusión de voces
feministas y la mención de temas como el misoprostol en el prime time de la
televisión: “Fue importantísimo. Llevó discusiones a los hogares y acercó ideas
y argumentos a millones de personas con las que de otras formas hubiera sido
muy difícil dialogar porque tal vez no se mueven en los mismos espacios que las
activistas feministas, o tal vez sí pero no terminaban de convencerse de la
importancia del feminismo para mejorar nuestras vidas”.
Pero, además, el tratamiento dio lugar a la visibilización de
otras problemáticas y derechos vulnerados. Victoria mencionó que “sirvió para
reclamar, fortalecer y difundir los derechos que ya tenemos adquiridos: como la
Interrupción Legal del Embarazo por causales, la Ley de Educación Sexual
Integral, el acceso a la salud, entre otros. Así logramos que se aprueben
nuevos protocolos de Interrupción Legal del Embarazo, como es el caso de Salta,
y la producción de misoprostol para uso ginecológico”.
Por otra parte, la socióloga resaltó que “a nivel de la
movilización social instalamos una lucha por un derecho que pone en tensión la
forma en la que está organizada nuestra sociedad patriarcal, y pone en
discusión la maternidad obligatoria, la sexualidad y el acceso al placer. Esto
es muy importante, porque los y las más pibas que fueron atravesados por este
enorme movimiento ya están cuestionando el machismo desde temprana edad”.
“Somos un movimiento cargado de futuro”, estimó.
Aquí tiene lugar uno de los grandes protagonistas del debate:
el pañuelo verde. En el libro lo describen como una “contraseña” entre pares,
un símbolo sobre eso que tenemos en común, una muestra de un reclamo que nos
convierte en un colectivo probablemente indestructible.
“Pasaron meses de la discusión de la legalización del aborto
en el Congreso y seguimos siendo miles que todos los días llevamos con orgullo
el pañuelo verde en la calle, en el transporte público, en las escuelas y en
los trabajos. Cuando nos cruzamos, inmediatamente reconocemos una aliada, una compañera,
aunque no nos conozcamos. Hay una contraseña, un código que sin hablar va mucho
más allá de la pelea por la aprobación de un proyecto de ley. Afirma que
estamos acá, en todos lados y que no vamos a bajar los brazos, que nunca más
volveremos a ser invisibles o a hablar en voz baja de nuestros cuerpos y
deseos. Nos dice que la de al lado me acompaña y me cuida, que ante cualquier
situación de violencia puedo recurrir a ella. El pañuelo nos recuerda que
juntas somos poderosas”, detalló la coordinadora del Observatorio de Géneros y
Políticas Públicas porteño. Y evocó a las Madres de Plaza de Mayo como pioneras
en llevar el objeto en cuestión: “No hay que olvidar que el pañuelo en nuestro
país representa un símbolo muy importante en la lucha de los derechos humanos y
la democracia”.
Completan la lista de autores de “La Cuarta Ola feminista”:
María Paula García, Noelia Figueroa, Estefanía Cioffi, Gisela Stablun, Julia de
Titto, Ayelén Altamirano, Luciano Fabbri y Majo Gerez.
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