“AFECTA A CASI LA MITAD
DE LAS MUJERES: EL SORPRENDENTE HALLAZGO QUE RESOLVERÍA LOS PROBLEMAS DE
ORGASMOS FEMENINOS”
Se trata de una revolucionaria técnica neurológica que
ayudaría a las mujeres con disfunción sexual.
En el mundo, en la actualidad, entre 4 y 5 mujeres de cada 10
sufren de disfunción sexual, una condición que abarca desde la falta de líbido
hasta la incapacidad para alcanzar el orgasmo, según coinciden la revista
Health Lab y diversos informes. El número -quizás- cobra mayor notoriedad si se
contrapone con el dato de los hombres: sólo 2 de cada 10 lo padecen. Se trata
de un problema de larga data que, aunque es intensamente estudiado desde hace tiempo,
aún no tiene solución efectiva; y son las mujeres las que lo soportan, como
pueden.
Pero, tal vez, todo eso quede en un dato anecdótico del
pasado. Es que el futuro parece mucho más alentador. Sucede que un par de
científicos de la Universidad estadounidense de Michigan ha descubierto que un
conocido tratamiento que actualmente se utiliza para la disfunción de la
vejiga, podría ayudar a las mujeres a conseguir una mayor excitación sexual.
En efecto, los profesores de ingeniería biomédica en la
Universidad de Michigan, Tim Burns y Nicholas Langhals, hallaron que los
tratamientos de neuromodulación para la disfunción de la vejiga ocasionalmente
podían mejorar también la función sexual.
“Con este tratamiento, una paciente recibe terapia de
estimulación nerviosa una vez por semana para mejorar la señalización neural y
la función de los músculos que controlan la vejiga”, aseguró Burns. “Los
nervios que controlan los órganos pélvicos comienzan en el mismo lugar que la
médula espinal y se ramifican. La teoría oficial es que los nervios que viajan
hasta el pie se superponen cerca de la médula espinal con algunos de los
nervios de los órganos pélvicos, lo que lleva a una posible superposición de
las rutas sinápticas”, agregó.
Las pruebas fueron un
éxito
Para demostrar sus hipótesis, Burns comenzó a aplicar la
técnica en ratas y humanos. En el caso de las ratas, el profesor estimuló los
nervios en la región genital y en el tobillo. Entre 15 y 30 minutos después,
los roedores comenzaron a experimentar un fuerte aumento del flujo sanguíneo
vaginal. Tiempo después, llamaron al especialista en urología y cirujano
Priyanka Gupta y a nueve mujeres con disfunción sexual femenina, libres de
problemas de vegija, para realizar un estudio piloto. Cada una de ellas recibió
12 sesiones de media hora de estimulación nerviosa eléctrica transcutánea con
electrodos colocados en la región genital o en el tobillo.
"Una extraña sensación de vibración presionada".
Así describió el experimento una mujer de 53 años con dificultades para llegar
al orgasmo. "Después de unos minutos, te acostumbras. Me quedé ahí sentada
durante 30 minutos. Hasta traje un libro para leer durante mi sesión".
Los resultados de las sesiones fueron un éxito: 8 de las 9
mujeres notaron una cierta mejora en la excitación, la lubricación y el
orgasmo. "Si obtienes una mejoría en el 50% de los síntomas, se puede
considerar como una respuesta exitosa. Nosotros, tuvimos cuatro o cinco
participantes que superaron ese umbral", declara Burns.
Ahora, solo queda seguir investigando. Burns y Langhals están
buscando más financiación de cara a realizar un estudio más amplio. "Este
estudio presenta un método alternativo para tratar la disfunción sexual
femenina sin recurrir a la farmacología o a la cirugía. Con estudios como este,
podemos comprender mejor la excitación sexual femenina y ofrecer tratamientos
para un trastorno que tiene muy pocas opciones", asegura Gupta, el
cirujano. "A mí me funcionó", comenta una participante. "No al
100%, pero puedo volver a tener orgasmos, y son realmente buenos".
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