“¿QUÉ
NECESITAN LAS NUEVAS FAMILIAS? MANUAL DE INSTRUCCIONES PARA EL ENTORNO DE UNA
PUÉRPERA”
Julia Gentile es doula y docente en el ACADP
(Asociación Argentina de Puericultura), y en su transitar por distintos hogares
observó errores y aciertos en los intentos de ayudar a las mamás, papás y sus
pequeños.
En mi rol de doula suelo meterme de lleno en
las dinámicas familiares y muchas veces me encuentro con que el entorno de la
pareja o mujer que acaba de convertirse en familia no sabe cómo asistir.
Abunda un gran deseo por conocer al bebé,
tenerlo a upa, hacer un vínculo con él. Pero en esta danza adultocéntrica
solemos olvidarnos de las verdaderas necesidades de un bebé recién nacido y de
una mujer puérpera reciente.
El bebé necesita un ser regulador. Esa
persona suele ser la mamá, quien a la vez necesita ser maternada y regulada de
la misma manera en la que ella está maternando a su bebé. Este papel lo cubre
pareja y entorno cercano.
¿Qué
puedo hacer si soy entorno?
Buena pregunta. Procurar que la nueva familia
tenga espacio e intimidad. Los primero días y semanas post nacimiento son
cruciales. Es importante recuperarse del parto, descansar, comer, dar espacio y
tiempo para que la bajada de la leche ocurra, seguir de cerca al bebé y sus
tomas, alimentarse y nada más. Son días de supervivencia.
Hay razones fisiológicas por las cuáles este
proceso de adaptación debe ocurrir en ese momento y sin interrupciones. Y es
justo cuando la pareja tiene su pequeña, casi inexistente, licencia en el
trabajo.
Muy a menudo, muy pronto, mamá y bebé pasan
muchas horas del día sin ayuda.
Entonces, ¿qué hacer? Armar una red de ayuda.
Cuando tenemos un bebé pequeño necesitamos que otra persona:
► Se
ocupe de los quehaceres domésticos. En lugar de "dame al bebé así puedes
planchar", digamos "¿qué te plancho/lavo/barro?"
►
Traiga comida. Fácil de calentar, sana y lista para comer con una sola mano.
► Se
ocupe de ir a hacer las compras. Recuerdo un día fatal de mi puerperio en el
que lloré porque no pude (en todo el día), cruzarme a la verdulería a comprar
bananas. Esto no es exagerado, es puerperio y se vive así, intenso y sin
consuelo.
► Mire
a la mamá. Todos miran al bebé. El puerperio es de una gran soledad. La mamá
necesita que la maternen, la abracen, le pregunten qué necesita. Que la dejen
dormir si el bebé se durmió.
Necesitamos, además:
►
Visitas cortas, efectivas, donde nunca, jamás de los jamases nadie ponga en
jaque nuestra forma de maternar. Si quieres saber (porque realmente te importa)
porqué ella toma ciertas decisiones respecto de su bebé, pregunta. Pero nunca
juzgues ni digas "vos lo que tienes que hacer es...". Maternar no es
fácil pero las mujeres conectadas con su cría van a satisfacer las necesidades
de la cría. Sostener eso sin el apoyo y con el juicio del entorno es muy
difícil. Sé un entorno regulador, no hostil.
►
Necesitamos escucha activa y amorosa.
►
Necesitamos tribu. La mejor compañía para una mujer puérpera es otra mujer
puérpera.
►
Necesitamos que se reconozca nuestra labor. Estar con un bebé pequeño todo el
día es agotador y más difícil que ser CEO de una empresa, pero pasa invisible y
todos lo dan por sentado.
La manera de cuidar al bebé al comienzo es a
través de sus seres maternantes. Poco a poco, bebé va creciendo y llega el
momento de tenerlo a upa, jugar con él, hacer un vínculo directo. Mientras, cuidemos
a la familia con el mismo amor y la misma entrega como quisiéramos cuidar del
bebé.
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