“DERECHOS PENDIENTES: AHORA MANEJAN, PERO LAS MUJERES SAUDÍES TODAVÍA NO PUEDEN HACER ESTAS COSAS”

Hace algunos días finalizó para ellas una prohibición histórica: pueden conducir vehículos, pero falta mucho.

Desde hace un par de semanas las mujeres saudíes pueden conducir autos en las calles de su país. Un decreto emitido por el rey saudí Salman bin Abdelaziz les permitió manejar y eso fue una revolución, pero los códigos religiosos de "decencia y pudor" todavía llegan lejos, afectando directamente sus libertades personales.

Las mujeres saudíes viven bajo un régimen ultraconservador que las sujeta a muchas restricciones, no gozan de todos los derechos como ciudadanas del reino.

Supongamos que nacemos en la península arábiga, ¿qué cosas estarían prohibidas?

1. Las mujeres saudíes todavía necesitan el permiso de un tutor para trámites, como viajar al extranjero o casarse. No pueden hacer los trámites de un matrimonio sin el permiso del tutor o "mehrem" -que puede ser el padre, hermano o un hijo, en el caso de haber enviudado-, pero sí tienen el derecho de negarse a casarse con un hombre si se sienten obligadas.

2. No pueden compartir el mismo espacio con los hombres en la mayoría de los lugares públicos, entre ellos, los restaurantes.

3. Desde el año pasado, se ha permitido que las mujeres puedan abrir cuentas bancarias y empresas sin pedir el beneplácito de su tutor, así como ir al médico o matricularse en las universidades y pedir trabajo. No obstante, las leyes laborales prohíben de forma expresa 24 tipos de empleo a las mujeres, la mayoría de ellos, en oficios duros como el trabajo en minas, excavaciones y talleres.

4. Estudiar: misión imposible. De la mano con un mundo laboral cerrado, la mayoría de las carreras universitarias están vetadas por ley para las mujeres.

5. Se les impide ocupar posiciones importantes en el Gobierno, por lo que ninguna saudí ha alcanzado cargos como ministra o embajadora, a pesar de que desde 2015 se les permite ocupar funciones diplomáticas.

6. Su testimonio tiene menos peso ante la justicia y, en algunos casos, se equipará el testimonio de dos mujeres al de un hombre, aunque en otros es suficiente una mujer.

7. En lugares comunes (mixtos) así como en la calle, las mujeres deben seguir unas estrictas normas de vestuario, que se siguen cumpliendo a rajatabla, aunque en los últimos dos años las autoridades le retiraron a la policía religiosa la potestad de arrestar a las que violen estas normas. Para ellas es obligatorio el uso de la abaya, una holgada túnica que cubre todo el cuerpo, mientras que el uso del velo no está impuesto por ley, pero en la práctica sí lo está por presión social.

8. No pueden tener la custodia de sus hijos. Si llegan al caso de separarse de su esposo y sus hijos tienen más de siete años en el caso de los varones y nueve en el caso de las mujeres, ellas no tienen derechos de custodia.

9. No pueden salir de la cárcel solas. Ni siquiera tienen la libertad de abandonar la comisaría si fueron absueltas o cumplieron la pena, tienen que hacerlo bajo tutela.

10. Entrar a lugares religiosos o cementerios. No pueden despedir allí a sus seres queridos, tampoco participar de actos religiosos.