“LAS GRANDES CIENTIFICAS OLVIDADAS POR LA CIENCIA”
Una búsqueda rápida en internet de los científicos más famosos del mundo
arroja como resultado, entre otros, los nombres de Galileo Galilei, Albert
Einstein, Isaac Newton, Charles Darwin, Stephen Hawking y Alexander Fleming.
Una de las pocas mujeres que aparece es Marie Curie, la
física y química que descubrió la radiación y contribuyó a su aplicación en el
campo de los rayos x.
Curie ganó dos premios Nobel, en Física y Química. Sin embargo, en 1911 rechazaron su ingreso a
la prestigiosa Academia Francesa de las Ciencias, el mismo año en que
obtuvo su segundo Nobel.
Recientemente, el Nobel Tim Hunt fue criticado duramente
por sus comentarios desdeñosos sobre las mujeres científicas. El revuelo que se
creó a partir del comentario de Hunt reavivó el debate sobre qué lugar ocupan
las mujeres en la comunidad científica.
Lo cierto es que
las mujeres han hecho grandes e importantes descubrimientos. Solo basta
pensar en Dorothy Hodgkin, la brillante cristalógrafa que mapeó la estructura
de la penicilina, descubrimiento que le valió un Nobel en 1964.
Hodgkin fue la primera mujer en obtener la prestigiosa
Medalla Copley, y sigue siendo la única mujer británica en conquistar un Nobel
en categorías científicas.
No obstante, en su momento, los periódicos británicos
titularon la noticia como "Ama de casa de Oxford gana un Nobel".
Pero muchas
mujeres científicas en el pasado ni siquiera recibieron el crédito que merecían
por sus logros. Como resultado, sus nombres han desaparecido de la
conciencia pública.
A continuación, les quiero recordar a algunas de ellas.
Esther Lederberg
Esther Lederberg, microbióloga estadounidense, condujo investigaciones pioneras en el campo de la
genética.
Desarrolló técnicas básicas que se perfeccionaron más
tarde y contribuyeron al entendimiento de cómo funcionan los genes.
Su trabajo ayudó a su marido,
Joshua, a ganar un premio Nobel en 1958. Sin embargo, nadie la mencionó a ella.
Rosalind Franklin
La biofísica británica Rosalind Franklin fue una pionera en cristalografía de rayos x.
Su imagen de una
molécula de ADN resultó crítica para descifrar su estructura, uno de los
avances científicos más importantes del siglo XX.
Pero fueron James Watson, Francis Crick y Maurice Wilkins
quienes recibieron en 1962 el Premio Nobel en Fisiología o Medicina por su
trabajo.
Ida Tacke
A esta investigadora alemana se le deben grandes
progresos tanto en el campo de la química como en el de la física atómica.
Encontró dos elementos nuevos
-renio y masurium- que Dmitri Mendeleev predijo formarían parte de la tabla
periódica.
En los libros de ciencia se la cita como la descubridora
del renio.
Pero el descubrimiento del masurium, que ahora se conoce
como tecnecio, se atribuye a Carlo Perrier y Emilio Segre.
La comunidad científica ignoró la evidencia de Tacke
hasta que Perrier y Segre crearon artificialmente el elemento en el
laboratorio.
No obstante, a
Tacke se le atribuye ser la primera persona que pensó en la posibilidad de la
fusión nuclear.
Lise Meitner
La labor de la austriaca Meitner en física nuclear
condujo al descubrimiento de la fisión nuclear, en la que el núcleo del átomo
se divide en dos.
Esto abrió el camino para la creación de la bomba
atómica.
Tras mudarse a Berlín en 1907, Meitner colaboró con el
químico Otto Hahn por varias décadas.
Sin embargo, Hahn publicó sus hallazgos sin incluir el
nombre de Meitner como coautora.
Hahn ganó el premio Nobel de Química en 1944 por sus
contribuciones a la división del átomo.
Chien-Shiung Wu
La científica china-estadounidense Chien-Shiung Wu fue
una de las físicas más importantes del siglo XX.
Pese a que participó
en el desarrollo de la bomba atómica como parte del Proyecto Manhattan,
muy pocos hoy en día han escuchado su nombre.
En los años 50, dos físicos teóricos, Tsung-Dao Lee y
Chen Ning Yang, le pidieron ayuda a Wu para refutar lo que en física se conoce
como la ley de paridad.
Los experimentos de Wu dieron por tierra con esta ley.
Ese momento clave para la ciencia le valió un Nobel a
Yang y a Lee pero no a Wu, a quien se dejó de lado aunque su participación fue
vital.
Ella comenzó a trabajar midiendo
y grabando estrellas en el Observatorio Harvard, uno de los pocos trabajos en
el ámbito científico considerado apropiado para mujeres.
Leavitt descubrió un patrón entre el brillo de una estrella y su
distancia a la Tierra.
Esto le permitió demostrar lo que se conoce como relación
período-luminosidad, algo que le dio la posibilidad a los científicos calcular cuán lejos está una estrella de la
Tierra en base a su luminosidad.
Henrietta Leavitt
Otra pionera ignorada es la astrónoma estadounidense
Henrietta Leavitt, que contribuyó a cambiar nuestra manera de ver el Universo.
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