“DOBLE JORNADA: EL
TRABAJO, DENTRO Y FUERA DE CASA”
En 2015 les preguntaron a 50 expertos de 37 países qué le
falta hoy al hogar y, por unanimidad, escribieron la palabra
"tiempo". Nuevas miradas buscan que las empresas se pregunten cómo
les "devuelven" a las familias a los empleados que "tomaron
prestados" durante varias horas al día.
En esas conversaciones de trasnoche que se dan entre viajeros
desconocidos que comparten unas horas en un hostel, un español de treintaipico
-grandote y barbudo, que pasaba unas mini vacaciones en Londres y ya planeaba
otros viajes- sentenció: "Lo único importante es el tiempo". Aunque
sencilla, su frase generó un debate sobre el vértigo de aceptar que un día
tiene "solo" 24 horas y las estrategias personales para acomodar
deberes y placeres y hacer que "rindan" lo mejor posible. Pero esta
sensación de "falta de tiempo" -lo sabemos- tiene que ver con todos
nosotros: en 2015 les preguntaron a 50 expertos de 37 países qué le falta hoy
al hogar y, por unanimidad, escribieron la palabra "tiempo".
Patricia Debeljuh, Directora del Centro Walmart Conciliación
Familia y Empresa del IAE Business School y responsable de dicho estudio
-antecedente del Global Home Index, que buscó medir las distintas percepciones
en torno a las tareas del hogar-, aseguró que este "acelere" nos
viene de afuera y compartió una paradoja: "Las personas se levantan a las
seis de la mañana para ir a trabajar por su familia, es decir, su principal
motivación para salir son las personas que quieren. Sin embargo, justamente
ellos -su familia- reciben lo peor de uno al final del día". En ese marco,
buscan que las empresas se pregunten cómo les "devuelven" a las
familias a los empleados que "tomaron prestados" durante varias horas
al día y, sobre todo, que tomen responsabilidad por eso.
Trabajamos afuera, y trabajamos también dentro de casa:
entonces, volvemos al hogar para seguir trabajando. Sin embargo, la valuación
social del trabajo dentro y fuera de casa es diferente: "Más allá del
hecho de ganar dinero, la sociedad reconoce más el éxito profesional que el
trabajo en el hogar", explicó Debeljuh. "Aquellos que se ocupan de la
casa consideran que hacen una tarea importante y valiosa y dicen que no es
inútil: el 60% asegura que les ayuda a desarrollar competencias para otros
ámbitos de la vida. Pero esas mismas personas dicen que la sociedad no valora
su trabajo". Martha Rocío González, Directora de Investigación de la
Facultad de Psicología de la Universidad de La Sabana, Colombia, opinó que
"solo en círculos académicos se entiende que el trabajo del ama de casa es
importante para una sociedad. Muchos creen que quienes se dedican a él es
porque no tienen otra cosa que hacer. Sin embargo, el trabajo del hogar que
involucra las 24 horas del día, requiere habilidades y competencias específicas
para hacerlo, del mismo modo que cualquier otra profesión".
Como sabemos, las mujeres son las que aún dedican más horas a
las tareas de cocina, limpieza y cuidado de niños y adultos mayores (en
Argentina: 23 horas semanales mientras los varones le dedican 16). La idea de
que el hombre "ayude" llevando a los chicos al colegio o haciendo las
compras en el súper habla de un primer nivel de involucramiento, pero deja en
evidencia la idea de que la responsabilidad "última" es de la mujer.
Tal como analizó la sueca Katrine Marçal en su libro ¿Quién le hacía la cena a
Adam Smith?, "el trabajo del hogar -amplia y mayormente femenino-,
gratuito, libre e ilimitado, se excluye del análisis económico, como si no
tuviera valor, aunque es uno de los sostenes de cualquier
trabajo/trabajador". Estas reflexiones revalorizan la importancia
histórica del rol (invisibilizado) de las mujeres como sostenedoras del trabajo
masculino -desarrollado en el espacio público, considerado productivo y, por lo
tanto, con valor social y económico-.
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