“GUÍA BÁSICA
PARA NO ABUSAR DE LAS MUJERES: VIÑETAS CONTRA LA VIOLACIÓN”
Es una idea de Juan Carlos Rincón (abogado y editor de la sección de
Opinión de El Espectador de Colombia) y Cecilia Ramos (humorista gráfica e
ilustradora del mismo diario). Aseguran que se trata de una guía a prueba de
estúpidos para que no digan que no fueron avisados.
“Si te dice que no quiere y sólo después de que insistes mucho accede,
¿qué tal mejor dejarla tranquila?”. “Si está borracha o drogada y no puede
tomar decisiones con facilidad, incluso si ella fue quien decidió llegar a ese
nivel de ebriedad, ¿qué tal mejor dejarla tranquila?”. “Si es menor de edad,
¿qué tal mejor dejarla tranquila? Y pregúntate por qué andas persiguiendo
niñas”. “No violar es fácil. No le tengas miedo a preguntar y aceptar un ‘no’
como respuesta. De ti depende que el mundo sea un lugar menos hostil”. Estas
son algunas de las afirmaciones vertidas en la “Guía básica para no abusar de
las mujeres” creada por Juan Carlos Rincón (abogado y editor de la sección de
Opinión de El Espectador de Colombia) y Cecilia Ramos (humorista gráfica e
ilustradora del mismo diario).
La obra publicada en La Pues Verdad (columna del diario colombiano
mencionado anteriormente) fue creada a partir de la denuncia de Thelma Fardín
contra Juan Darthés por abuso sexual. Fue acompañada del hashtag
#MiraComoNosPonemos y se viralizó rápidamente.
“La Puesverdad es una apuesta por hacer una columna de opinión
ilustrada, entendiendo que las audiencias digitales están obsesionadas con los
recursos visuales. En ese sentido, semana a semana estamos buscando maneras de
retar a la audiencia, de aportar en debates públicos o, por lo menos, de hacer
pensar”, dijo Rincón a Crece Mujer.
Pero ¿cómo surge esta guía? El editor sostuvo que se dio como respuesta
a la reacción del público ante sus anteriores contenidos vinculados a la
violencia de género. “De los comentarios a nuestros videos y de todos los
productos que hemos hechos relacionados con la violencia contra las mujeres,
hemos visto que una reacción constante, especialmente en los hombres, es decir
‘entonces ya uno no puede hacer nada con las mujeres’. La guía es una respuesta
a eso, a tomarse en serio esa objeción y mostrar que no, que no es tan difícil,
que de hecho no abusar de las mujeres es fácil si estás dispuesto a pensar un
poquito”.
Rincón aseguró que, si bien en su país se denuncian todos los días
casos de mujeres abusadas, acosadas o agredidas de múltiples maneras, el
impacto de la denuncia llevada a cabo por el colectivo Actrices Argentinas fue
enorme. “En particular, lo que desencadenó este producto fue escuchar a Darthés
diciendo que ella se le había insinuado, que lo había buscado, que él no tuvo
la culpa de nada. Eso que él dijo es lo mismo que tantos hombres dicen para
soltarse la culpa. Entonces, bueno, si nuestra estrategia como género masculino
va a ser hacernos los idiotas, es útil que existan estas guías a prueba de
estúpidos para que no digan que no fueron avisados”, afirmó.
Para estos creadores, “la única manera de seguir creando una sociedad
menos hostil es a través de combinar todos los medios de argumentación
posibles”. En ese sentido, el abogado y editor detalló que “la guía básica es
una manera más de hablarle a las mujeres, que seguro se identifican con alguna
de las situaciones; y a los hombres, que esperamos se identifiquen y, por lo
menos, reflexionen un poco. Que la próxima vez que vean a una chica embriagada
se les pase por la cabeza nuestro cómic”.
En este contexto, ambos realizadores se sintieron interpelados por este
trabajo y generó en ellos diferentes sensaciones. “Para Cecilia, que es la
ilustradora, fue un momento de catarsis. Cuando vio el guion me dijo que ella
se sentía identificada con todas las situaciones. Para mí, como hombre, es un
ejercicio de reconocer mis errores, mis limitaciones, de escuchar las voces de
las mujeres para aprender y para utilizar mi privilegio para hablarle a otros
hombres”, sostuvo Juan Carlos.
Mientras tanto, la reacción de los lectores no se hizo esperar. Según
Rincón, la respuesta fue “sorpresivamente positiva. Muchas mujeres lo
agradecieron. Otros hombres también etiquetaron a sus amigos. Por supuesto, no
hizo falta el odio, las acusaciones de que exageramos, de que nunca es tan así,
de que si las mujeres se emborrachan pues ellas se buscaron que las violen.
Cuando uno habla de género, las agresiones son inevitables. Por eso hay que
seguir hablando y sirviendo de megáfono para todas las mujeres que quieren
contar sus historias y cambiar la situación”.
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