“LA MUJER EN EL MUNDO DE LOS NEGOCIOS”
Las
mujeres han jugado un rol fundamental en las organizaciones, cuidando factores
como los pequeños y finos detalles. Y aunque el género femenino en el entorno
de los negocios ha sobresalido, todavía falta un largo camino por recorrer.
En la actualidad
muchas mujeres juegan un papel protagónico en el mundo de los negocios, lo cual
ha sido un proceso prolongado y arduo acompañado de un cúmulo de retos y
desafíos.
Es
importante destacar que, por naturaleza humana, el hombre se ha caracterizado
por ser proveedor y la mujer receptora. En el contexto histórico, desde la
antigüedad las actividades del varón se enfocaban a la caza y al trabajo rudo
para efectos de proveer alimento y vivienda a su familia. Mientras tanto, las
labores de la mujer se concentraban en el cuidado del hogar y la familia.
Sin
embargo, hoy en día la mujer ha roto dicho paradigma, dado que su papel en el
mundo se ha ido transformando, para tomar en muchas ocasiones el rol de
proveedor, mediante el desempeño y participación en la actividad
laboral. Asimismo, el desempeño del género femenino en el ámbito laboral
ha evolucionado de manera importante.
Sin
importar el puesto, las mujeres han jugado un rol fundamental en las
organizaciones, cuidando factores como los pequeños y finos detalles,
utilizando su carisma y su capacidad de mediación y conciliación que las
pudiese caracterizar en su generalidad, marcando de esta manera la diferencia
en el ambiente y entorno laboral.
Si bien es
cierto, la parte emocional pudiese ser una desventaja, es de destacar, que
aquellas mujeres que llegan a controlar de manera inteligente y sabia sus
emociones, así como el desarrollar su intuición (sexto sentido), suelen
destacar en puestos importantes y marcar la diferencia en la forma convencional
de liderar.
Sin
embargo, culturalmente, el desenvolvimiento de aquellas mujeres en puestos
gerenciales y directivos en un mundo de hombres, las ha puesto en la lupa del
desempeño, demandándoles mayores resultados, incluso ofreciéndoles un sueldo
menor en comparación a un varón que podría ocupar en dado momento el mismo
puesto en las mismas circunstancias.
Aun así,
por su dedicación y esfuerzo, muchas mujeres han logrado sobrepasar las
expectativas en el mundo de los negocios y se han destacado por su liderazgo
muy particular.
No
obstante, si bien es cierto, la mujer ha tenido una evolución importante en el
entorno empresarial, el desenvolvimiento del género masculino no ha dejado de
predominar en los puestos directivos y de alto mando, tanto en el sector
público como privado.
Uno de los
factores que ha limitado el proceso del avance profesional de las mujeres es
una situación de índole natural que se conoce como el “reloj biológico”. El
desarrollo de una mujer no solamente está enfocado en la realización
profesional sino también en el plano personal.
La
tendencia de la realización personal pudiese estar concentrada en muchos casos
en encontrar una pareja y en formar una familia. Mientras que la realización
profesional se enfocaría en escalar puestos dentro de una organización
conjuntamente con la preparación académica.
Desafortunadamente,
en el caso de las mujeres, la realización personal y profesional no siempre van
de la mano. Existen casos en que las mujeres por decisión propia han
sacrificado su realización personal por el desarrollo profesional, o bien,
mujeres altamente capaces y exitosas que han optado por frenar su crecimiento
laboral por desenvolverse tiempo completo en el plano familiar.
En el caso
de aquellas mujeres que han optado por suspender de manera temporal o
indefinida su desarrollo profesional para enfocarse tiempo completo a su
familia, pudiese estar acompañada su decisión, en gran medida, a la falta de
cultura del mundo empresarial en ofrecer beneficios a las madres trabajadoras,
como sistemas de guarderías y flexibilidad en los horarios de trabajo en donde
el desempeño laboral sea enfocado en el cumplimiento eficiente de objetivos y
no en la cantidad de horas laboradas.
Esta falta
de cultura provoca irremediablemente que las mujeres profesionistas que tomen
la decisión de formar una familia, cambien en automático sus prioridades y
sacrifiquen su desarrollo profesional para dividir su tiempo en el cuidado de
su familia, y en algunos casos a tomar la decisión de suspender por completo su
desarrollo profesional con la consecuencia de que en dado momento de querer
reincorporarse a la vida laboral, después de un tiempo de ausencia, pudiese ser
complicado retomar el ritmo.
¿Qué hay
de aquellas mujeres que toman la decisión de continuar con su desarrollo profesional
después de haber formado una familia?, definitivamente son de admirar, dado que
tienen el importante reto de asumir el doble esfuerzo de lograr que tanto el
hogar como el trabajo funcionen de manera excelente, sin descuidar a uno u al
otro. Lo anterior implica recorrer un camino lleno de proezas, desvelos,
sacrificios, etc., contando en dado momento con el apoyo de la pareja según sea
el caso, o bien, familiares claves o terceras personas de gran confianza.
No muchas
de las mujeres que forman una familia cuentan con las condiciones de trabajo ni
el apoyo necesario de sus organizaciones para continuar con su desarrollo
profesional, lo cual de antemano ya las limita abruptamente a continuar con su
vida laboral.
Lo
anterior en parte pudiese ser transformado si empezara a existir un cambio
radical en la cultura empresarial en cuanto a incentivar el desarrollo
profesional del género femenino, para lo cual gran parte de la solución podría
estar influenciada por las mismas mujeres que se desempeñan en puestos
importantes en el mundo de los negocios, siendo éstas capaces de abogar por la
implementación de un sistema de guarderías y el trabajo por objetivos más que
por una cantidad de tiempo, con el objeto de que las mujeres que se dedican a
formar una familia no trunquen su ritmo de desarrollo profesional, y a su vez,
las organizaciones obtengan el beneficio de aprovechar al máximo el talento y
las habilidades de aquellas mujeres capaces y con crecimiento potencial, sin
tener que perder o reemplazar innecesariamente a estos elementos valiosos.
Si bien es
cierto, el género femenino en el entorno de los negocios ha sobresalido, aún
falta un largo camino por recorrer. Es importante que las mujeres en conjunto
logren realmente una unidad entre ellas mismas, con el objeto de obtener
mayores beneficios que les permita brillar cada vez más en el mundo
empresarial.
Finalmente,
el establecimiento de metas y objetivos de manera conjunta y constante, aunado
al cumplimiento de los mismos, son la base para que las mujeres sean capaces de
obtener las herramientas necesarias para afrontar eficientemente las exigencias
que el mundo por sí mismo les antepone y como resultado, ser verdaderamente
capaces de dirigir de manera conjunta y exitosa el mundo de los negocios a
través de un mayor posicionamiento en puestos gerenciales y directivos, en los
que por el momento predomina el género masculino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario