“LOS 10 RITUALES DE AÑO NUEVO MAS
EXTRAÑOS DEL MUNDO”
Se acerca
el fin de año y, con él, llega el momento de los propósitos y los rituales para
atraer a la suerte y la buena fortuna.
En México,
la noche del 31 de diciembre muchos practican extraños rituales para atraer la
suerte, el amor y la fortuna en el año que está por iniciar: usar ropa interior
amarilla para que haya dinero o roja si se desea encontrar el amor, salir a la
calle con maletas para viajar mucho y comer doce uvas al compás de las últimas
doce campanadas del año para que se cumplan los deseos. Y en otras partes del
mundo también se llevan a cabo rituales de fin de año similares: conoce los
diez más extraños…
A lo largo
y ancho del mundo, la noche del 31 de diciembre reviste una importancia
simbólica: es el fin de un ciclo y el inicio de uno nuevo. Esa noche se agolpan
los recuerdos de los 364 días anteriores y las esperanzas de que el año que
inicia sea mejor que el que está a punto de extinguirse. Y para darle una
manita al destino, la gente de todo el mundo realiza peculiares rituales; aquí
los diez más extraños:
Saltar y romper platos — Dinamarca
En tierras
danesas, la Noche Vieja se acompaña con una costumbre singular: la gente sale y
arrojar los platos viejos y usados contra las puertas de las casas de
familiares y amigos, con la intención de desearles buena fortuna. Además, en
los últimos momentos del año es la costumbre subirse a una silla y, exactamente
a la medianoche, brincar todos al mismo tiempo para ahuyentar los malos
espíritus y atraer la buena suerte.
Verter plomo derretido en agua — Finlandia
En estas
latitudes escandinavas, existe la tradición de derretir plomo y verter un
chorro en una cubeta llena de agua. ¿El motivo? Que el metal forme caprichosas
formas, las cuales son interpretadas por los finlandeses en un intento por
descifrar qué les deparará el año que está por iniciar.
108 campanadas — Japón
Los
orientales también festejan la llegada del Año Nuevo. Para ello, a la
medianoche del 31 de diciembre, los templos budistas hacen sonar las campanas
un total de ciento ocho veces; ese número representa el número de pecados
humanos según el budismo, de modo que el tañer de las campanas libra a los
japoneses de los ciento ocho veces deseos mundanos.
Quemar muñecos — Ecuador, Chile y Argentina
Durante la
última hora del 31 de diciembre y la primera del 1 de enero, está arraigada
tradición sudamericana marca el final del ciclo y representa un festejo por el
año que inicia. Dichos muñecos pueden tener forma de espantapájaros y se les
llama momoso años viejos. En ese mismo tenor, en esos mismos países también se
estila quemar fotos para dejar atrás el pasado.
Ver el show televisivo “Dinner for One” — Alemania
“Dinner
for One” es un sketch cómico producido en 1963 en Alemania, que involucra a una
anciana de 90 años y a su mayordomo durante una cena anual para los tres amigos
de la nonagenaria, los cuales ya han fallecido. La frase ¿“Same procedure as
every year?” —¿El mismo procedimiento de todos los años?”— ha permeado en el
habla popular alemana y se estima que la mitad de la población germana mira la
trasmisión anual del capítulo durante la Noche Vieja.
Golpear las paredes con pan — Irlanda
Una de las
costumbres más curiosas del mundo tiene lugar en Irlanda, y consiste en golpear
las paredes de la casa con rebanadas de pan navideño con el fin de ahuyentar a
los malos espíritus y garantizar que el año siguiente habrá suficiente pan para
la familia. Desde luego, el golpeteo no deberá ser tan fuerte como para que el
pan quede inservible. E incomible…
Arrojar muebles por las ventanas — Sudáfrica
En el
distrito de Hillbrow, en el populoso centro de Johannesburgo, los vecinos
solían tirar muebles viejos por las ventanas de los edificios altos en la noche
del 31 de diciembre para festejar la llegada del Año Nuevo. Esta extraña y
peligrosa costumbre empezó en los años 90; sin embargo, parece estar destinada
a desaparecer luego de que la policía estableciera una estrecha vigilancia para
evitar que un refrigerador o un sofá volador cayera sobre un transeúnte en la
noche vieja.
First foot — Escocia
En Escocia
y otras regiones del norte de las Islas Británicas, el o la first-foot —también
llamado quaaltagh en gaélico— es la primera persona en entrar a una casa en Año
Nuevo. Según la tradición, esta persona puede traer buena fortuna o ser un
signo de malos augurios; a menudo el first-foot lleva regalos a la casa, tales
como monedas, pan, sal, carbón o whisky, como signos de prosperidad, comida,
sabor, calor o alegría, respectivamente.
Dormir en el cementerio — Chile
En la
comunidad chilena de Talca, la población no recibe el Año Nuevo entre brindis,
banquetes, abrazos y festejos; por el contrario, la celebración tiene lugar en
el cementerio local, como una manera de estar una vez más con los seres
queridos que ya han partido.
Tratar de hablar con los animales — Rumania
Como lo
leíste: durante el Año Nuevo, los granjeros rumanos se acercan a sus vacas y se
dirigen a ellas con la finalidad de tratar de entender lo que dicen. Lo más
curioso de esta costumbre es que se trata de fracasar en el empeño, porque si
se consigue entender lo que la vaca o el animal dice, es signo de mala fortuna.
Y, seguro, de una incipiente locura…
No hay comentarios:
Publicar un comentario