“GRANDES MUJERES
LATINOAMERICANAS Y REVOLUCIONARIAS”
Por siempre en la historia de la humanidad, a la mujer se la
veía como el maniquí de uso para una sociedad consumista; como adornos o
floreros en los mejores de los casos; porque en la práctica como a un ser no
pensante, inculto e indigno de ocupar altos cargos en la sociedad; ya que solo
era para procrear, trillar las mieses, y cocinarle a sus esposos y a los
guerreros; muy contrario a la lección de libertad y vida que ellas con el
transcurrir de los años nos han dado, para bien de la humanidad
En un estilo épico exagerado se ha presentado a esa media
parte de la humanidad, como es la mujer, cuando de invocar o remembrar su papel
jugado en las gestas revolucionarias; a través de literatos o falsos
historiadores como simples amantes, madres, hermanas, esposas o protectoras de
los insurrectos que, hombro a hombro, cuerpo a cuerpo, la mujer ha aportado de
manera casi anónima más que clandestina, al proceso emancipador de nuestros
pueblos; al engrandecimiento cultural de la sociedad, pero sobre todo a
permitir la extensión o reproducción de la especie humana; por lo cual a la
mujer se le debe reconocer en esta lucha de supervivencia y existencia de la
sociedad, como la verdadera adalid y heroína, ya que no solo aporta en la
procreación, sino al movimiento revolucionario y emancipador.
Pero es tal la degradación de la sociedad desde sus inicios,
que en las diferentes culturas, se han practicado formas o métodos tan
peculiares de marginamiento a la mujer; como por ejemplo en alguna a las niñas,
aún muy menores de edad, les quitaban el clítoris, con el objetivo de que ya
adultas no sintieran la satisfacción sexual al momento del coito; ya que este
placer era considerado solo para los hombres; o en otras, hacer que las mujeres
siempre mantengan cubiertas su rostro, por ser consideradas indignas para
dejarlo ver.
Sin embargo y con solo algunos ejemplos de vida y patria por
parte de estas adalides, que mediante ese trabajo mudo pero tesonero y
constante, fueron acrisolándose de tal manera; que sus diferentes avatares
fueron conllevándolas a ser las más grandes precursoras de significativas
gestas revolucionarias nunca antes vistas en la historia de la humanidad; menos
en la de los hombres sin contar con su participación.
Aunque como simples “plebeyas” hubieran sido vistas, algo así
como de sublimidad existió y existe hasta nuestros días, que han ido
permitiendo romper con esos esquemas que, desafortunadamente, muchas de ellas
mismas han permitido ser manipuladas por el sistema, convirtiéndolas en una
orgía mercantilista, en una sociedad consumista como forma de sobrevivir en
publicidad y comercio; convirtiendo no solo sus principios sino su cuerpo, como
un estandarte comercial tanto en la prostitución, o el vulgar mercado del gran
capital…; a ser reconocidas como las
baluartes, las heroínas, las precursoras en los actos de vida, dignidad y
emancipación.
En ésta epopéyica lucha, en la sublevación de los pueblos,
participaron miles de mujeres no solo en condición de combatientes, sino de
jefas, y muchas otras colocadas ante la historia como mártires y heroínas; no
siendo entonces que el día 8 de marzo hubiera sido en el que ocurrió todo, para
que internacionalmente, se les recuerde y celebre como su día por aquel 8 de
marzo –si es cierto lo de la fecha- decenas de mujeres obreras de la fábrica
textil Cotton, en Nueva York, que luchaban por condiciones dignas de trabajo.
Pedían disminuir las 14 horas de trabajo; por salarios dignos, descanso
dominical. Para lograr esto las valientes mujeres se declararon en huelga. El
dueño de la fábrica no aceptó esta protesta, y pasó a reprimir brutalmente a
las obreras. Hizo cerrar las puertas de la fábrica y prenderle fuego con las
trabajadoras aún en su interior. Murieron incendiadas las 129 –otros hablan de
146- mujeres que protestaban.
En 1910 en Copenhague, Dinamarca, en la Segunda Conferencia
Internacional de Mujeres Socialistas, se institucionalizó la celebración anual
del Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo. Durante mucho tiempo, el mundo
capitalista desconoció este día, pues pasaba inadvertido en la mayoría de las
naciones. Sólo hasta 1975 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reconoce
formalmente el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer. Anteriormente
sólo se celebraba en los países del bloque socialista, donde se enaltecía el
papel de la mujer en la construcción de la nueva sociedad.
Repasando la historia,vemos que muchas de esas nobles y
bravías guerreras, luchaban hombro a hombro con los hombres incluso disfrazadas
de hombres, para no ser expulsadas de las tropas, y así tenemos casos como en
Alemania (RDA) Clara Zetkin, nacida en julio de 1857, fue una política
socialista alemana muy influyente, así como una luchadora por los derechos de
la mujer; Rosa Luxemburg o Róża
Luksemburg, más conocida por su nombre castellanizado Rosa Luxemburgo (Zamosc,
Polonia, 5 de marzo de 1870 ó 1871 – Berlín, Alemania, 15 de enero de 1919) fue
una teórica marxista de origen polaco, filósofa, política y revolucionaria.
Militó activamente en el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), hasta que
en 1914 se opuso radicalmente a la participación de los socialdemócratas en la
I Guerra Mundial, por considerarla un “enfrentamiento entre imperialistas”.
Integró entonces el grupo internacional que en 1916 se convirtió en Liga
Espartaquista, grupo marxista revolucionario que sería el origen del Partido
Comunista de Alemania (KPD). Al terminar la guerra fundó el periódico La
Bandera Roja, Colombia, con Policarpa Salabarrieta (La Pola) quien fue detenida
por el sargento Iglesias, quien siguió a su hermano Bibiano hasta su escondite.
Posteriormente fue apresada en el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario,
juzgada en consejo de guerra el 10 de noviembre de 1817 y fusilada el 14 de
noviembre en la Plaza Mayor de Santafé de Bogotá; Manuela Beltrán nació en la
ciudad del Socorro, Colombia, (siglo XVIII) Heroína de Nueva Granada, ya que
empezó la revolución de los comuneros. El 16 de marzo de 1781 lideró el motín
contra los impuestos mercantiles establecidos por el regente Gutiérrez de
Piñeres (1781), que desembocó en la revolución de los comuneros. Fue la primera
mujer en enfrentarse al régimen del gobierno español, destruyendo las pancartas
donde se publicaban el alza de los impuestos, siendo así considerada como la
heroína del pueblo.
Mercedes Abrego
Heroína de la Independencia nacida en Cúcuta, muerta allí mismo en 1813; Agueda Gallardo Al arrebatar el bastón de
mando, símbolo del poder conferido por el rey, al corregidor Bastús, y romperlo
en un acto de denotada rebeldía, el 4 de julio de 1810, dio inicio a un hecho
clave en la independencia de nuestro país (Colombia), que la historiografía
reconoce como el grito de independencia de la ciudad de Pamplona; La Cacica
Gaitana. que no pudo perdonarle al español la muerte de su hijo, buscó el apoyo
entre los dirigentes de otras tribus indígenas: paeces, piramas, guanacas y
yalcones para vengarse. Logró reunir más de seis mil personas que atacaron a
los españoles y tomaron preso a Añasco el criminal; quien, según la historia,
para hacerle sentir al español todo el sufrimiento de su hijo y de ella misma,
le sacó los ojos, le abrió un gran hueco en la garganta debajo de la lengua, le
metió una soga y así lo paseó por todo el pueblo. Unos dicen que sus partes
fueron enviadas a diferentes comunidades indígenas, otros relatan que de su
cabeza cortada se hicieron los vasos.
En Venezuela, a Josefa Joaquina Sánchez. valiente mujer,
quien fue la bordadora de la primera bandera de Venezuela. Elaboraba y
distribuía propaganda a favor de la Revolución; la hacen prisionera hasta su
muerte, habiendo presenciado como fue su esposo colgado del patíbulo en 1.799;
Juana Ramirez (La Avanzadora) Gallarda mujer nacida en Guárico, era hija del
pueblo, una hermosa criolla de patriotismo inigualable, llamada “La Avanzadora”
por ser la primera y la que más rápido avanzaba en combate hacia el enemigo.
Quedando para la historia su extraordinaria defensa de la ciudad de Maturín al
frente de un batallón denominado “Batería de las Mujeres”. Eulalia Ramos de Chamberlain Valerosa mujer que ofrendó su vida en la Casa
Fuerte de Barcelona. Al grito de “Viva la Patria, mueran los tiranos”, recibió
una descarga en el pecho, fue mutilado su cuerpo y amarrado a la cola de un
caballo. como tambien la Reina Yomar, consorte del Negro Miguel, con quien
encabezó la primera rebelión de esclavos; la Negra Matea; Cecilia Mujica ‘La
Amante de la Libertad’, condenada a muerte por sus ideales revolucionarios; la
Negra Hipólita, quien crió al Libertador; Ana Soto, indígena que lideró una
comunidad que dio resguardo a 2 mil indígenas en Barquisimeto, El Tocuyo y
Carora; En el Perú, donde la supervivencia de cacicas en la sociedad colonial
motivó que hubiese jefas de indios en la lucha. El caso más glorioso es el de
Tomasa Tito Condemaita «La Cacica de Acos»
(Cuzco), mujer que destacó por su valor y capacidad organizativa.
Micaela Bastidas Puyucagua. El 4 de Noviembre de 1780, fecha en que se subleva
Túpac Amaru, después del apresamiento del Corregidor Arriaga y su
ajusticiamiento, Micaela se pliega a la revolución convirtiéndose en el gran
motor que impulsa: reúne ejércitos, redacta proclamas, mantiene
correspondencia. “Por la libertad… no veré florecer a mis hijos”, dirá, antes
de morir a golpes de puños y patadas, porque el garrote no terminaba de
asfixiar su fino cuello de princesa incaica; Cabe resaltar la personalidad de
Manuela Condori, Fracasada la revolución, fue cruelmente condenada a perpetuo
destierro y debía estar reservado su destino fijo al excelentísimo señor
Virrey, que en aquella época era don Agustín de Jáuregui; el encargado de hacer
cumplir esta sentencia fue don Benito de la Mata Linares, el 17 de julio de
1783. Y también a Bartolina Sisa, esposa de Tupac Catari, quien contribuía a
las uniones del alzamiento haciendo sus veces por los casos de ausencia y tenía
la obediencia por parte de los sublevados; una vez envió dos mil soldados al
cerco de La Paz; Atrae de modo particular Gregoria Apaza, amante de Andres
Tupac Amaru y hermana de Tupac Catari, a quien apodaron “la virreyna” por ser
descrita como “tan carnicera sangrienta” al igual que su hermano. Otras heroínas fueron la cacica Marcela
Castro Puyucagua, quien murió en espantoso martirio; Cecilia Tupac Amaru,
Catalina Salas Pachacuti, Margarita Condori, Antonia de Castro, Ursula Pereda,
Maria Lupisa, Feliciana Sancho y Francisca Herrera.
María Andrea Parado de Bellido En el mes de mayo de 1822 los
realistas rodearon la casa de María, la cual fue capturada y a sus hijas se
echó fuera. Luego de ser atrapada fue conducida al cuartel. En él se le hizo un
interrogatorio para que confesara cuáles eran sus planes y quiénes era los que
intervenían, pero eso fue inútil, así que fue asesinada.
En Bolivia Juana Azurduy de Padilla (Chuquisaca, Virreinato
del Río de la Plata, Alto Perú en ese entonces), actual Bolivia; 12 de julio de
1780 – Salta, Argentina; 25 de mayo de 1862) fue líder revolucionaria
altoperuana, que combatió en la Guerra de Independencia Hispanoamericana,
asumiendo la comandancia de las tropas con grado de teniente coronel.
En Ecuador Manuelita Sáenz (La Libertadora del Libertador)
Patriota ecuatoriana (Quito, 1797 — Paita, Perú, 1856), compañera del
Libertador Simón Bolívar. “Caballeresa del sol” fue el nombre que recibió
Manuela Sáenz al recibir la más alta condecoración que el Perú revolucionario
concedía a los militantes de la causa patriota, la Orden del Sol. Promovió
activa y beligerantemente la independencia del territorio suramericano y sufrió
por su efímera homogeneidad política. La fecha exacta de su nacimiento, al
igual que la de su muerte, es incierta. Su lugar de origen tampoco se sabe con
certeza; esto ni a ella misma le importaba, pues declaraba: «Mi país es el
continente de América. He nacido bajo la línea del Ecuador». Sin embargo, el
dato más aceptado es Quito, 1797.
En Cuba, tenemos a Amalia Simoni, Casada con el abogado
principeño Ignacio Agramonte y Loynaz el 1ro. de agosto del año 1868, a quien
más tarde acompañó en los campos de la Revolución de 1868, Mariana Grajales.
Madre de los Maceo, fue grande, no solo porque gestara y pariera héroes, sino
también porque educó a todos los hijos para que tomaran la senda que condujera
a la consecución de la libertad de Cuba, sojuzgada por el colonialismo español,
a la par de establecer, desde el hogar, un ejemplo excepcional de conducta
humana en un medio totalmente hostil. Su ejemplo ha devenido símbolo de la
mujer cubana. Ella misma, además, consagró la vida a la lucha por la
independencia de Cuba a la que entregó, con amor de madre y orgullo de
patriota, a todos los hijos y alentó al esposo a seguirlos, convirtiéndose de
inmediato en una mambisa irreductible.
En México Adelita fue una legendaria mujer que participó en
la Revolución Mexicana de 1910. La Adelita verdaderamente existió. Su nombre
real era Altagracia Martínez, perteneciente a la clase alta en la Ciudad de México.
Simpatizante de la Revolución, se une a la misma, siendo bautizada con el
nombre de “Adelita” por el General Francisco Villa y el General Rodolfo Fierro.
También es conocida como Marieta Martinez. Al parecer fue asesinada por mandato
de Pascual Orozco. Sin embargo, actualmente el término Adelita se usa para
referirse a todas aquellas mujeres soldado que participaron en dicho movimiento
armado; Y así muchas más como soldados en los frentes de combate, incluso en la
guerra de los mil días, por lo que la vinculación de las mujeres a los
ejércitos se da por lo general a través de los grupos irregulares -guerras
revolucionarias, insurgentes, de liberación-. Que es como le ha ocurrido a
miles y miles de mujeres en el mundo hasta nuestros días, que han sido
asesinadas, desaparecidas, encarceladas y condenadas injustamente u obligadas a
vivir en el exilio casi de por vida, por el simple “delito” de disentir de la
tiranía y opresión a la que se han visto sometidas durante toda su vida.
Para que haya verdadera liberación de la mujer hay que luchar
contra el sistema de explotación, ya que ésta hace parte de la lucha de las
clases oprimidas del mundo, que solo será posible en un sistema socialista, al
cual llegaremos mediante la revolución.
Hoy, el capitalismo y los anhelos expansionistas del Imperio
de Norteamérica, España, y otros, usando nuevas formas de mantener sus harenes,
sus esclavas o vasallas, con el falso empleo, como lo es el tal sistema de
trabajo satelital, en el que no solo ella tendrá que ver por la crianza o
cuidado de los menores y esposo; sino que ella y todos, incluidos niños, deben
trabajar en conjunto, que significa opresión, explotación, prisión de todos y
todas en su propio hogar; o como el ofrecimiento falso, por cierto, de
participarles si se organizan en Organismos no gubernamentales como mujeres
para ayudarlas, no siendo otra cosa que la distracción táctica de momento,
lográndolas sacar del contexto revolucionario y de la lucha de clases con el
sofisma del billete duro (euro o dólar) que seguirán recibiendo, mientras sean
sumisas.
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