martes, 29 de agosto de 2017


“MUJERES DESTACADAS DE LA REVOLUCION MEXICANA”

Ya fuera como periodistas, escritoras, enfermeras o conspiradoras, incluso vendiendo sus bienes materiales para sostener el movimiento revolucionario, la participación de las mujeres en la Revolución Mexicana fue amplia y valerosa.

Gracias a una investigación elaborada por Lorena Hernández Reyes, de la Universidad Autónoma del Estado de México, hoy conocemos los nombres de numerosas mujeres que arriesgaron todo por un ideal.

Periodistas y escritoras fuera de serie

Las periodistas formaron parte de un grupo de mujeres sumamente activas en lo político y social. Fundaron periódicos de oposición al régimen y en defensa de las clases desvalidas. Como ejemplo están:




• Juana Belén Gutiérrez de Mendoza dirigió el periódico Vésper, consagrado a defender a los mineros y a combatir la dictadura.

• Guadalupe Rojo viuda de Alvarado, directora del periódico Juan Panadero (periódico difundido en Guadalajara y después en México), fue presa en la cárcel de Belén por defender a los campesinos de Yautepec.

• Emilia Enríquez de Rivera, “Obdulia”, sostenía ideas renovadoras en la revista Hogar; mientras que Julia Sánchez, “Julia Mata”, lanzaba violentas críticas a la oligarquía en El látigo justiciero.

• Desde la sierra de Guerrero Dolores Jiménez y Muro, fue coronela redactora del Plan Político y Social. En este documento —escrito por revolucionarios de cinco entidades de la República— se desconoció el régimen Porfirista.

• María Hernández Zarco se hizo notable porque en 1913, cuando todas las imprentas de la capital se negaron a imprimir el discurso del Senador Belisario Domínguez —en donde condenaba el régimen de Victoriano Huerta—, ella lo hizo a escondidas, por las noches, en el taller de Adolfo Montes de Oca, donde trabajaba.

• Hermila Galindo, de Ciudad Lerdo, fundó la revista Mujer moderna y solicitó el voto femenino al Constituyente de 1916; también hizo propaganda a favor de Venustiano Carranza.

Conspiradoras que lo arriesgaron todo

En los complots, paso de armas, correos y difusión de noticias, nadie como las mujeres de la familia Serdán. Sobresalieron Carmen Serdán, hermana de Aquiles; Carmen Alatriste, su madre; y Francisca del Valle, su esposa; también se involucraron Guadalupe, Rosa y María Narváez, las que coordinaron las operaciones en el estado de Puebla, imprimieron y repartieron proclamas, así como distribuyeron armas, para luchar contra el régimen de Díaz.




Carmen Serdán y las hermanas Narváez fueron las primeras colaboradoras del movimiento precursor; después, participaron como orientadoras ante la dispersión originada por el asesinato de Serdán y trabajaron en la distribución de armas, correos, noticias y órdenes.

Asociaciones femeninas y sindicalistas destacadas en la revolución

Numerosas mujeres fundaron clubes liberales y antirreleccionistas, y mantuvieron el espíritu de lealtad a la democracia y protesta contra la usurpación Huertista. La profesora María Arias Bernal organizó el Club Lealtad, junto con Dolores Sotomayor, Inés Malváes, María Elvira Bermúdez y Eulalia Guzmán.

Aparte de defender a los presos políticos y difundir noticias y propaganda, todas las semanas organizaban manifestaciones ante la tumba de Madero y Pino Suárez.

Mención aparte merecen las mujeres que fundaron en 1906 la Sociedad de Empleadas de Comercio, ellas fueron precursoras del sindicalismo. Sus actividades fueron principalmente asistenciales: fundar academias de comercio, de música, un gimnasio, una caja de préstamos a socias enfermas.

Estas precursoras tienen nombre y apellido, entre ellas Isabel Díaz de Pensamiento, Anselma Sierra, Carmen Cruz, Margarita y Guadalupe Martínez y Lucrecia Toriz.

Dos Coronelas bien fajadas

Carmen Alanís se levantó en armas en Casas Grandes (Chihuahua) y participó en la toma de Ciudad Juárez con 300 hombres a su mando.

Juana Gutiérrez de Mendoza y La China comandaron un batallón formado por las viudas, hijas y hermanas de los combatientes muertos.


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