“LAS GRANDES MUJERES
REVOLUCIONARIAS DEL SIGLO XX”
Marie Curie, científica (1867-1934) Fue galardonada dos veces
con el Premio Nobel: una compartiéndolo con su marido y otro en solitario.
Aunque no pudo ir a la Universidad, debido a que no se permitía que las mujeres
estudiar.
En París conoció al profesor Pierre Curie y juntos estudiaron
la radioactividad y descubrieron los elementos del radio y del plomo. Murió a
causa de las radiaciones a las que estuvo expuesta toda su vida.
Rosa de Luxemburgo, política feminista (1871-1919) Es la
representante femenina del movimiento obrero internacional. Muy joven se
interesó por la política y por el socialismo y debido a su activismo político
tuvo que exiliarse a Zurich con 18 años.
Pasó en la cárcel la Primera Guerra Mundial y tras la guerra,
fue una de las gestoras del Partido Comunista Alemán. Cuando la situación
política de Alemania cambio y se produjo el advenimiento de la República con un
gobierno de ideología derechista, ella siguió incansable, luchando por la
dictadura del proletariado. Murió asesinada.
Isadora Ducan, bailarina (1878-1927) Fue la pionera de la
danza moderna y una mujer subversiva para la época. Intentó crear su propia
manera de bailar, creando un estilo propio y despreció el ballet clásico y sus
normas. Fue la primera bailarina que aparcó las zapatillas de ballet para
bailar descalza y el “tutú” por una túnica griega.
Su vida personal estuvo marcada por la tragedia: su marido y
sus hijos murieron y ella misma tuvo un final trágico: mientras conducía murió
estrangulada con su propio chal.
Virginia Woolf, escritora (1882-1941) Una de las mujeres más
representativas del siglo. Luchó desde la literatura y el pensamiento por la
libertad y la independencia de la mujer, participó activamente en el sufragismo
y dio clases a las obreras.
Fue una intelectual en todo el sentido de la palabra,
comprometida con los ideales de izquierdas y preocupada por el mundo del arte y
la cultura. Su vida personal fue un auténtico desastre, y tras la II Guerra
Mundial cayó en una grave depresión que terminó con su suicidio. Escribió obras
como “Orlando” o “Las Olas”.
Coco Chanel, diseñadora de moda (1883-1971) Supuso una
verdadera revolución en el mundo de la moda, al adaptar prendas del vestuario
masculino al guardarropa de las mujeres y hacer una moda cómoda e
independiente, libre de ataduras y rigideces. Pasó su infancia en un hospicio;
después arregló ropa y cantó en varios cafés. Se enamoró de un soldado
acaudalado Etienne Balsan, que la introdujo en la alta burguesía de París.
Coco renovó la moda femenina; creaciones suyas como e l traje
sastre, las camelias de tela o las cadenas como complemento, no han perdido ni
un ápice de actualidad.
Teresa de Calcuta, misionera (1910-1997) Nació en Albania e
ingresó en un convento con sólo 18 años. Después decidió irse a la India, donde
primero se dedicó a la enseñanza. Pero no era ésa su verdadera vocación, sino
la de curar a los pobres, los leprosos y los enfermos.
Fundó la orden de los Misioneros de la Caridad y abrió
numerosas escuelas, hospitales y orfanatos. Recibió el premio Nobel de la Paz
en 1979.
María Callas, cantante de ópera (1923-1977) Fue la gran diva de
la ópera del siglo XX., con una voz irrepetible que, para muchos fue la mejor
de todos los tiempos. Era de origen griego y de carácter caprichoso.
Tuvo muchos problemas con su imagen; por increíble que
parezca la Callas era más bien obesa y tras numerosas dietas consiguió la
figura delgada con la que todos la recuerdan. Mantuvo un tortuoso romance
durante años con el magnate griego Aristóteles Onassis, que la introdujo en los
círculos más cerrados de la jet set internacional. Murió recluida en París.
Marilyn Monroe, actriz (1926-1962) Uno de los mitos sexuales
del siglo. Rubia y despampanante, Marilyn superó una infancia llena de abusos
para convertirse en la diosa más idolatrada de la gran pantalla. Convertida en
uno de los iconos más estéticos de la actualidad, Marilyn conoció también a
fondo el lado amargo del éxito.
En 1962 murió después de idilios con hombres tan sonados como
J.F. Kennedy y de pasar los últimos años de su vida sumida en una profunda
depresión de la que únicamente conseguía librarse a base de somníferos. A esas
alturas el estrellato de Marilyn en un país como Estados Unidos iba más allá de
su trabajo como actriz; de Marilyn se hablaba como sex symbol y amiga íntima de
Kennedy.
Anna Frank, escritora (1929-1945) Dejando a un lado todo lo que
Anna Frank representó, Anna simbolizó el poder que puede llegar a tener un
libro. Aparte del diario que escribió a escondidas entre 1942 y 1944 en la casa
en la que vivía con su familia en Ámsterdam, se convirtió en uno de los
personajes más emblemáticos de la Segunda Guerra Mundial y con su libro,
consiguió ser uno de los niños más famosos de la historia.
El libro de Anna ha inspirado numerosas obras de teatro,
películas, documentales, biografías…La razón de su inmortalidad es básicamente
literaria: fue una estupenda escritora sea cual sea la edad que consideremos.
Diana de Gales, princesa (1961-1997) Diana se casó en 1981
con el príncipe Carlos de Inglaterra. Desde aquel momento no dejó de ser el
objetivo de millones de miradas que veían en ella una verdadera princesa de
cuento. Las desavenencias conyugales entre ambos llevaron a una separación que
se consumó en 1992, pero que en ningún caso evitó que Diana se convirtiera en
el único miembro de la familia Windsor que despertaba auténtica simpatía.
Tras la separación, Diana se volcó por completo en obras
caritativas y sociales. Hasta el día de su muerte ella fue el personaje más
fotografiado del mundo y aprovechó la situación.
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