“EMPRESARIAS CON
POSIBILIDADES DE ÉXITO”
En los últimos años se ha incrementado la participación de
las mujeres al frente de las pequeñas y medianas empresas (Pymes) gracias a los
apoyos que otorgan diversas instituciones en el país para que las amas de casa,
madres y jefas del hogar establezcan o mantengan sus negocios, aseguran
especialistas.
Las razones para que las mujeres emprendan son varias, pero
de acuerdo a Jorge Iván Puflea Hernández, director regional del Centro de
Emprendimiento del Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresas
(IPADE), destaca su interés por desarrollarse profesionalmente además de apoyar
económicamente en los gastos familiares.
“Las mujeres han sobresalido también porque tienen mayor
capacidad para atender varios problemas a la vez, son más conservadoras en el
ejercicio del gasto y son muy cuidadosas; además se distraen poco de sus
tareas”, comentó al respecto José Luis Gómez Luna, director de la incubadora de
empresas del Instituto Nacional de Madres Profesionistas (Inamap).
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo
(ENOE), en 2010 existían 2 millones 117, 984 empresarios en el país, de los
cuales 404, 790 eran mujeres y 1 millón 713,194 eran hombres.
Fortalecen al sexo
femenino
Ante esta situación, el gobierno federal y algunas
instituciones privadas han implementado diversas estrategias para apoyar a las
mujeres que están al frente de empresas.
“Las empresarias pueden recibir servicios financieros, a
través de las instituciones de microfinanzas, créditos, ahorros, microseguros
además de capacitación”, dijo María del Carmen Díaz, Coordinadora General del
Programa Nacional de financiamiento al Microempresario (PRONAFIM).
Una de las instituciones del gobierno federal que apoya a las
mujeres empresarias, es la Secretaría de Economía a través de una serie de
programas que buscan con recursos económicos fortalecer y hacer crecer los negocios,
entre los que destacan el Fondo de Microfinanciamiento a Mujeres Rurales
(Fommur), el Programa de Apoyo al Diseño Artesanal (Proada), el Fondo Nacional
de Apoyos a Empresas en Solidaridad (Fonaes) y los centros para la
competitividad empresarial (Centros-Crece).
También existen instituciones que asesoran a las empresarias
y las acercan a instituciones que les brindan recursos económicos o cursos de
capacitación, como el Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresas, el
Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) y la Asociación Mexicana de
Mujeres Jefes de Empresas (AMMJE).
Los desafíos
A pesar de la lucha constante de las mujeres para sobresalir
en el ámbito empresarial, existen diversos obstáculos culturales que las alejan
de la dirección de los negocios y uno de los factores más señalados por los
especialistas es la necesidad de atender a su familia.
“Las mujeres tienen una gran disyuntiva cuando llega el
momento en que deben decidir entre casarse y darse tiempo para tener hijos o
seguir con su carrera profesional y continuar ganando experiencia y
capacitación para llegar más arriba”, manifestó Jorge Puflea.
Por su parte, Gómez Luna concluye que el papel de la mujer
empresaria en el país es el de demostrar que tiene la capacidad para enfrentar
los retos de dirigir una empresa y que esto no es un asunto exclusivo de los
hombres.
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