jueves, 31 de mayo de 2018


“MÁS JEFAS Y MENOS SECRETARIAS”

No es sencillo encontrar fotos de mujeres que estén en la cabecera de la mesa o que sean mayoría en una reunión de negocios. Esto habla, una vez más, de la dificultad de encontrar "modelos".


Al buscar una foto genérica en el banco de imágenes para ilustrar -por ejemplo- una nota sobre el trabajo en la oficina o la vida laboral en general, solemos encontrar muchísimas imágenes de grupos, de mucha gente, en las que el "líder" -el que está parado al lado del pizarrón o dando indicaciones con el brazo en alto- suele ser un varón. No hay violencia ni maltrato en las fotos, al contrario: están todos sonrientes, en ambientes limpios, luminosos y agradables, parecen ser personas que disfrutan de su empleo. Pero, en ese marco, las mujeres suelen ser las que escuchan, las que acatan. No es sencillo encontrar fotos de mujeres que estén en la cabecera de la mesa o que sean mayoría en una reunión de negocios (que no es lo mismo que una mesa exclusivamente femenina, que suelen estar rodeadas de cupcakes y manteles rosas). Y esto habla, una vez más, de la dificultad de encontrar "modelos". Si no podemos siquiera imaginarlas (imaginarnos) líderes, identificarnos, será aún más complicado llevarlo a la realidad y asumir un rol que exceda ser la que toma notas.


Tampoco solemos encontrar mujeres con cascos o herramientas, corridas del lugar de secretaria o asistente. Hace un par de años, la ejecutiva de Facebook Sheryl Sandberg puso manos a la obra en este tema y, a través de su iniciativa LeanIn.org junto al banco de imágenes Getty Images, provee de un archivo de fotos que busca cambiar la forma en que las mujeres son retratadas, desafiando estereotipos y ofreciendo una visión más potente de las chicas trabajadoras. Al mostrarlas, se las hace protagonistas. A las de la foto, y a las que las ven.


En 2017 vio la luz el proyecto 365 mujeres ilustradas, en la que diferentes ilustradoras se ocupan de retratar a mujeres inspiradoras o destacadas con la idea de que funcionen, justamente, como role models estimulantes. En su página en Facebook postean, día a día, una referente, ya sea la responsable de un avance científico, aquella con logros en ingeniería, figura de un movimiento social, etc. Si bien lo arrancaron cuatro amigas que viven en Buenos Aires, participan dibujantes desde otros países latinoamericanos y europeos. "Ya tenemos alrededor de 100 ilustradoras que participarán de acá a mayo, al menos una vez", cuentan a Crece Mujer. También les harán espacio a los varones porque, claro, de eso se trata la equidad. "Queríamos hacer algo que cuente sobre las mujeres olvidadas. Fueron muchos años los que la mujer fue dejada en un segundo plano o directamente oculta y hay muchas historias por contar de mujeres que hicieron cosas increíbles para sus vidas y para el mundo", dicen las chicas, que preparan unos dibujos especiales, en el marco del Día Internacional de la Mujer.


Entre las múltiples iniciativas y propuestas que se suman a dicha convocatoria -a la que ya se adhirieron alrededor de 50 países-, el Proyecto Squatters puso su mirada crítica y "expertise contrapublicitario" al servicio de los derechos de las mujeres y, junto al Colectivo Ni Una Menos, intervino avisos publicitarios con textos e imágenes que se hicieron virales en redes sociales estos últimos días. Este proyecto argentino creado hace casi diez años busca darle una vuelta a los estereotipos y visibilizar el trabajo doméstico y de cuidado, que no es pago, está invisibilizado y es ejercido mayoritariamente por las mujeres. "Que seas mujer no lo convierte en tu obligación" agregaron en una imagen de una mujer frente a un batallón de electrodomésticos, y con la frase "el papá no pudo venir" justifican a la madre que lleva sola a su bebé al médico. En sus intervenciones reivindican, además, el derecho al ocio de las mujeres y el concepto de sororidad -la fraternidad entre las mujeres- que cuestiona la supuesta y fomentada "rivalidad femenina".

En esa frase común que dice que "una imagen vale más que mil palabras" encontramos la razón para buscar más y hacer mejor para encontrar modelos de mujeres múltiples, variados e inspiradores.

miércoles, 30 de mayo de 2018


“CUANDO TE LA CREÉS: QUÉ ES EL SÍNDROME DEL IMPOSTOR (Y POR QUÉ TE AFECTA MÁS DE LO QUE IMAGINÁS)”

La directora operativa de Facebook, Sheryl Sandberg, reconoció esta sensación en su libro más famoso, mientras un millonario canadiense dedicó su charla TEDx a contar cómo enfrentó el problema.


Ella estaba convencida de que fracasaría. Temía que le preguntaran algo en clase y, después de los exámenes, siempre estaba segura de que le había ido mal. En cada ocasión que sobresalía por algo, creía que había vuelto a engañar a todos. Ella es Sheryl Sandberg, actual directora operativa de Facebook y una de las mujeres ejecutivas con más influencia de Estados Unidos. Describe esta sensación de sentirse un "fraude" en uno de sus libros -Lean In- e incluso menciona que habitualmente se siente así. Y no es la única: Valerie Young, autora de The secret thoughts of successful women (Los pensamientos secretos de las mujeres exitosas) y especialista en este tema, asegura que el "síndrome del impostor" afecta al 70% de las personas.

Las psicólogas Pauline Clance y Suzanne Imes fueron las primeras en ponerle nombre a esta sensación en 1978 y describe la imposibilidad de internalizar los propios logros, a pesar de contar con pruebas de su éxito. "Si bien no es exclusivo de las mujeres, es más probable que ellas sufran más sus pequeños errores y se culpen a sí mismas ante un fracaso", dice Young.


Ansiedad, perfeccionismo, duda y miedo. La autodesconfianza puede adquirir distintos disfraces: "tuve suerte" o "fue pura coincidencia" son algunos de los pensamientos que llevan a una persona a enredarse en sus propias teorías mientras pone los logros en el ámbito de la mera casualidad. "No hice nada para merecer esto. No sé qué estoy haciendo acá. Esto tiene que ser un error", se repetía la empresaria Lou Solomon hasta que su terapeuta le puso nombre a su padecimiento. Durante la charla TEDx que dio sobre este tema en la ciudad de Charlotte, Estados Unidos, instó a confrontar las mentiras y las creencias limitantes que nos aíslan y reconoció que al día de hoy continúa atenta a sus pensamientos.

Otro que dedicó su momento TEDx a este síndrome fue el millonario canadiense Mike Cannon-Brookes, cofundador de la empresa de software Atlassian: contó que se sentía aterrorizado en reuniones con ejecutivos o gerentes de personal y narró la sensación de sentir que en cualquier momento lo iban a "desenmascarar", porque se "darían cuenta" que él era una mentira, que en realidad no era tan bueno. Es que son, justamente, las personas más autoexigentes y con "alto rendimiento" quienes más frecuentemente no pueden sentirse orgullosas de su éxito y experimentan intensos sentimientos de fraude intelectual y/o profesional. Investigadores de la Universidad de Salzburgo, Austria, descubrieron que aquellos que tenían las calificaciones más altas en sus años universitarios, eran los más propensos a desarrollar este síndrome. Además, concluyeron que se alimenta por la baja autoestima y el miedo al fracaso, que actúa como una barrera interna al desarrollo profesional, por ejemplo, para lograr ascensos o posiciones de liderazgo.


Estos pensamientos tienen, finalmente, consecuencias concretas: aquellos que se sienten "impostores" de sus logros deben encontrar la forma de lidiar con su ansiedad, por lo que suelen mantenerse "debajo del radar", es decir, no levantan la mano para decir su opinión en reuniones, copian a otros para pasar desapercibidos, o se autosabotean.

La semana pasada, durante la última edición de #EllaHaceHistoria Buenos Aires, el programa de empoderamiento de Facebook para emprendedoras, la psicóloga Ingrid Rivera -coach de Las Leonas durante las Olimpíadas de Londres 2012- habló sobre estas barreras invisibles para alcanzar el éxito e instó a diferenciar exigencia y excelencia: "A las personas muy autoexigentes les cuesta mucho reconocer los pasos que van dando y registrar sus logros, porque miran constantemente lo que les falta". Por su parte, Alicia Belous, psicóloga y consultora especializada en el desarrollo de talentos, se refirió a las "personas capaces que se han puesto un objetivo tan alto imposible de alcanzar que viven en estado de impotencia, resultante de la distancia entre el ideal y la realidad de lo posible".


Tal como dijo Young, esas mujeres deberán empezar por darse cuenta que aquellos que no se sienten "impostores" no son más capaces o inteligentes: la única diferencia entre unos y otros está en sus pensamientos diferentes; y es una buena noticia: "solo" deberán aprender a pensar distinto.

martes, 29 de mayo de 2018


“ENTRE EL BIBERON, LA CULPA Y LA VUELTA AL TRABAJO”

Una iniciativa busca integrar la maternidad a la carrera laboral de las mujeres.

Que en el mercado de trabajo aún persisten las diferencias de género ya lo sabemos: las mujeres cobran casi un 30% menos que los varones. Pero las mujeres con hijos son las más perjudicadas en esta realidad, en la que no solo cobran menos, sino que trabajan fuera del hogar menos cantidad de horas, porque destinan gran parte de su jornada a ocuparse y cuidar de los chicos. Así, el nacimiento de un hijo no solo impacta en su vida al interior de la casa, o en cómo se ve a sí misma, sino en su carrera laboral. "Es un momento de fuga de talentos", asegura Silvina Prekajac, fundadora de la nueva consultora Giving Birth, que busca acompañar y potenciar a mujeres profesionales en su maternidad.


"Un puesto de jefatura o gerencia suele coincidir hoy con la maternidad; y si esa mujer se va de la empresa para poder ser madre, no solo ella se pierde la oportunidad de seguir creciendo, sino que la empresa se pierde ese talento", afirma a Clarín. Y eso se ve en la pirámide de puestos laborales, en donde las mujeres ocupan los peores puestos (aquellos que están en la base y son peor pagos) y su representación disminuye a medida que se avanza en la jerarquía: ocupan solo el 6% de las sillas de gerente general, el 15% de los cargos de dirección, el 27% de las gerencias, el 28% de las jefaturas y representan al 40% de analistas (según datos de Mercer).

Silvina comenzó a vivir en carne propia estas dificultades cuando, hace menos de dos años, nació su hija Bianca. Tras regresar de la licencia por maternidad, el mundo corporativo de la empresa multinacional en la que trabajaba le empezó a hacer ruido: menos de un puñado de gerentas y una multitud de sus pares varones mantenían reuniones hasta las ocho o nueve de la noche, mientras que para usar el lactario debía pedir permiso con el sacaleches en mano a aquellos que se reunían allí con otros fines.


A pesar de los "beneficios" que contemplaba la empresa para conciliar el trabajo con la vida familiar, eran pocas las veces que podía hacer uso real de éstos. "Entonces, ¿para qué estaban? ¿Por una cuestión marketinera de empresa socialmente responsable?", se pregunta hoy esta licenciada en administración de empresas y comercialización con un posgrado en management.

No es a la única a la que le pasó esto: según el informe Diversidad e Integración de la asociación empresaria IDEA -que contó con la participación de 2.727 personas de 430 organizaciones y fue publicado por el diario La Nación-, el 45% de las madres profesionales encuestadas dijo que su carrera profesional se vio condicionada después del nacimiento de sus hijos (entre los varones padres ese número desciende a 13%).

Empezó a tener conversaciones internas y con otras colegas sobre cómo quería transitar la maternidad y, como gerenta de marketing, se preguntó qué ejemplo les daba a otras profesionales de la compañía y a aquellas que aún no habían sido madres, si ella no respetaba sus propios tiempos. Intentó algunos cambios al interior de la empresa, pero, al mismo tiempo, gestó la idea de armar una consultora que entendiera la maternidad como un momento de suma de capacidades -y no de "pérdida de tiempo"- en donde la clave sea aprender a gestionarlas, y potenciarlas. Nueve meses después de su primer parto, dio a luz a Giving Birth hace menos de un año.


"Es un momento en el que cambia tu identidad. Entonces, ¿por qué no aprovechar este momento bisagra para reinventarse y capitalizar un montón de habilidades de liderazgo que se ponen en juego en la maternidad?", apunta Prekajac. Su iniciativa contempla programas de mentoreo -individuales o corporativos- y seminarios on line que buscan acompañar a las mujeres madres desde el embarazo hasta el primer trimestre luego de la reincorporación al entorno laboral. Y dice que un gran eje a abordar en casi todos los casos es el manejo de la culpa, ya sea por dejar al bebé por unas horas para ir a trabajar como por quedarse en casa a cuidarlo -por elección o necesidad-. "¿Cómo positivizar la culpa? Entendiendo que ésta viene porque uno busca el ideal, lo perfecto, pero algo tenemos que ceder y poner foco en lo prioritario".

lunes, 28 de mayo de 2018


“EL PRECIO (Y LA VIRTUD) DE ARRIESGARSE A SER DIFERENTE”

La cuestión sobre los códigos de vestimenta no es nueva, pero cada vez hace más ruido.

Descalza. Así caminó la actriz Kristen Stewart en una de sus marchas por la alfombra roja del último Festival de Cannes. Algunos creen que lo hizo como una forma de protesta ante el estricto "dress code" que impone la organización, que exige tacos altos (solo) a las mujeres y el año pasado ya había sido motivo de reclamos. La cuestión sobre los códigos de vestimenta no es nueva, pero cada vez hace más ruido.


¿Cuáles son las sanciones sociales por cansarse de la tintura, o usar ropa que difiera de lo que se ve por estos días en las vidrieras? Una artista visual hizo la prueba de salir a la calle lookeada en forma curiosa, es decir, desacorde a los cánones usuales. No importa cómo estaba ella, importa más cómo la miraban. Los ojos se inclinaban hacia abajo, para hacer el repaso completo del atuendo, y las cabezas giraban, acaso para estar seguras de que lo que veían era cierto.

Susana Saulquin sabe de estos prejuicios: cuando estudiaba la carrera de sociología en la UBA, en plena década del 60, un comentario juicioso de un compañero se convirtió en una razón para su especialización profesional: "Tú no puedes opinar sobre esto, estás demasiado bien vestida", le dijeron, y ahí cayó en la cuenta de lo mucho que puede influir la imagen y la apariencia, en todos los grupos sociales. Se dedicó a estudiar en profundidad el tema -del cual aún no había material- e hizo una investigación que le demandó cinco años. Tiempo después ese trabajo se convirtió en su primer libro, Historia de la moda en la Argentina.


Especializada en sociología del vestir y autora de Política de las apariencias, entre otros, fue una de las cinco fundadoras de la carrera de Diseño de Indumentaria y textil en la UBA, en 1988. Al principio se hablaba de estudios "sobre diseño de moda", pero a ella no le gustaba esa palabra: "Porque la 'moda' pertenece a una cultura que es masiva, y que se maneja con lo seriado. Lo que pretendíamos desde la facultad era generar diseño, diseño de ropa, de indumentaria", comenta Susana, quien fue directora de la carrera en dos oportunidades.

"Siempre pagas un precio cuando eres tú misma. Eso ha sido siempre así", lanza Susana a Crece Mujer. "Lamentablemente venimos de una cultura de masas que masificó muchísimo a las personas y las formas de ser. Entonces, es muy difícil construir una individualidad, por lo menos en esta sociedad del espectáculo actual", reflexiona y discurre con la idea de que el hecho de "ser uno mismo" nos arriesga a "quedarnos afuera" de todo en un contexto en el que lo digital marca el rumbo y las tendencias.


"¿Qué es tener una identidad propia hoy?", se pregunta. "La supuesta identidad está totalmente digitada por las redes sociales, entonces, ¿hasta qué punto es individualidad? Porque la individualidad existiría si uno pudiera ser totalmente creativo y original, pero eso, con las redes sociales, está bastante puesto en tela de juicio en este momento. ¿Qué es lo original? O, ¿qué es la identidad? Son virtualidades".

¿Es posible hacernos un lugar en este mundo de selfies en situaciones que parecen repetidas, o imágenes de platos de comida -caseros o comprados- que buscan presumir un sabor, una sensación o un estilo, pero que parecen reproducidas casi con fotocopiadora? "El autor Gilles Deleuze dice que hay que buscar líneas de fuga, es decir, formas de ser uno mismo. Y dice que, aunque sea poquita gente, se podrán lograr pequeños cambios", dice Saulquin. "Estas líneas de fuga son la única solución que tenemos: buscar algo diferente".

viernes, 25 de mayo de 2018


“ANTIPRINCESAS PARA PODER CAMBIARLE LA CARA A EINSTEIN”

Los estereotipos de género nos influyen más de lo que pensamos: científicos detectaron que ya a los 6 años las nenas se ven menos inteligentes que los varones. Cómo desarmar los clichés y acompañar -y encender- el interés científico de las jóvenes.


A un grupo de nenas y nenes de entre cinco y siete años se les leyó una historia de una persona muy inteligente: mientras las más chicas asociaron la brillantez con su propio género -al igual que los varones de su edad-, las de seis y siete años fueron menos propensas a señalar a una mujer como inteligente. Esta prueba forma parte de una investigación publicada en la revista Science, donde investigadores de tres universidades estadounidenses estudiaron la influencia de los estereotipos de género en las nociones de inteligencia y habilidad de los chicos. En una charla organizada por Escuela de maestros -el espacio de formación para docentes del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires- la semana pasada, se conversó sobre cómo desarmar esos clichés y acompañar -y encender- el interés científico de las estudiantes.


"Creo que falta incentivar a las jóvenes a que sigan carreras científicas; sobre todo, en disciplinas en las que su participación es muy baja y existe una percepción de que 'son carreras demasiado difíciles para ellas'. Eso requiere un cambio a varios niveles: por un lado, que en las casas se incentive (o, al menos, no se inhiba) desde los juegos o juguetes la interacción de las nenas con este mundo, así como que en el colegio se les presente la ciencia como una posibilidad a todos por igual", comenta a Crece Mujer la doctora Noelia Weisstaub, co-directora del Laboratorio de Cognición Molecular del Instituto de Neurociencia Cognitiva y Traslacional de la Universidad Favaloro.


Si cuando pensamos en un modelo de científico, se nos viene a la cabeza un hombre canoso, de pelos parados y anteojos (similar a Albert Einstein), no es producto de la casualidad, sino que es el resultado de un modelo que se ve reforzado desde que somos chicos, en donde desde los libros hasta los programas de televisión nos muestran imágenes similares. Con ese "archivo" mental, las mujeres tendrán que hacer un mayor esfuerzo para "imaginarse" científicas, porque no tienen modelos de su propio género en los cuales reflejarse. Libros como Antiprincesas o películas como Hidden figures (Talentos ocultos) ayudan a construir nuevos role models que empujan a las chicas a imaginarse como astronautas o heroínas. Y el poder de los estereotipos se puede ver, también, en cómo fue variando la composición de género de los estudiantes de la carrera de Computador Científico de la UBA: mientras desde 1962 y durante algunas décadas las mujeres fueron mayoría, actualmente las mujeres representan solo el 18% de los estudiantes de informática.


Andrea Buccino es doctora en Ciencias Físicas. Se dedicó a la astronomía, área donde -asegura- existe una larga pelea de género que posibilitó que hoy haya paridad de género. Sin embargo, opina que "lo peor que nos ocurre a las mujeres en las ciencias llamadas 'duras' es la autodiscriminación: a veces nos excluimos de aquellas tareas relacionadas a la parte 'más fierrera' de los proyectos por autodiscriminación cultural, entonces, son pocas las científicas que están vinculadas a la parte operativa de proyectos instrumentales".

Si bien en Argentina en varias carreras la cantidad de estudiantes mujeres es mayoritaria, la proporción de mujeres se achica a medida que se asciende en las jerarquías: mientras en la categoría de investigadores asistentes o adjuntos las mujeres representan el 60% y 54%, respectivamente, en los niveles principal y superior son el 39% y 26% (datos publicados en el sitio web de CONICET, con fecha de diciembre de 2016). Esto refleja una tendencia global: las mujeres representan solo el 30% de los investigadores del mundo y su participación es aún menor en los niveles de toma de decisiones, según cifras del Instituto de Estadística de la UNESCO (2016).


Situaciones de violencia, discriminación e incluso la maternidad van opacando el desarrollo de la carrera científica de las mujeres. "Si eres investigadora, desde hace poco tiempo se puede pedir una prórroga en la fecha de entrega de informes si fuiste madre recientemente; pero, a la hora de evaluar las promociones (es decir, cambiar de categoría a una mayor), no se tiene en cuenta si una investigadora fue madre recientemente o tienen hijos a su cuidado", explica a Crece Mujer Vanina Fernández, doctora en Ciencias Biológicas y becaria postdoctoral de CONICET. La paridad de género aporta, además, una mirada más rica de la realidad, que decantará en una agenda de investigación más diversa.

jueves, 24 de mayo de 2018


“REBELDES CON CAUSA: 100 HISTORIAS DE MUJERES PARA DORMIR A LOS CHICOS”

Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes (Planeta) es un libro que acaba de ser editado en español y llega a nuestro país después de un año de una exitosa edición en inglés. Mira la galería de fotos con algunas de las mujeres que hicieron historia.


Cuando una amiga te cuenta que se levanta de la cama antes que la ciudad amanezca para ir a correr a la plaza (porque es su único hueco disponible en la agenda para hacer actividad física), te da esperanza. Funciona como un "se puede", contagia energía, anima a esforzarse un poquito más. Las historias infantiles operan en los chicos de la misma manera: encienden una chispa, les dejan algo picando -la imaginación-. Cada cuento es una nueva apertura al mundo y a sus posibilidades, que los anima a responder con más herramientas y mayor complejidad al famoso "qué quieres ser cuando seas grande". La joven canadiense Ann Makosinski respondió a esa pregunta con sus manos cuando, tras detectar una necesidad, creó una linterna sin pilas que funciona solo con el calor corporal. Lo hizo en 2013, cuando tenía 15 años; hoy es considerada una de las inventoras más prometedoras de nuestros tiempos. Su historia y otras 99 biografías de mujeres extraordinarias ocupan las páginas de Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes (Planeta), un libro que acaba de ser editado en español y llega a nuestro país después de un año de una exitosa edición en inglés.


En una reinvención de los cuentos de hadas, las historias comienzan con el "había una vez" y cuentan de qué manera distintas mujeres reales, de ayer y de hoy, cambiaron el rumbo de sus vidas y dejaron una huella. Se rebelaron contra lo establecido, eso que les decía que por ser mujeres debían comportarse de una determinada forma: como la niña que escapó de un matrimonio arreglado, otra que se enfrentó al dictador de su país y pasó más de 20 años presa en su propia casa, o las cholitas escaladoras que desafiaron a las montañas. Hay faraonas, científicas, piratas, guerreras, cantantes, emperatrices y atletas que se animaron a pensar (y hacer) distinto y cambiaron las cosas, como cuando el color negro asociado a los funerales pasó a ser un color "de moda" de las elegantes reuniones nocturnas, de la mano de la diseñadora Coco Chanel.


Sus autoras, las treintañeras Elena Favilli y Francesca Cavallo, se dieron cuenta que "el 95% de los libros y programas de televisión con los que crecimos, carecían de chicas en posiciones destacadas. Hicimos algunas investigaciones y descubrimos que esto no cambió mucho en los últimos 20 años, así que decidimos hacer algo al respecto". En abril de 2016 iniciaron una campaña de crowdfunding en la plataforma Kickstarter con un éxito inesperado: lograron su objetivo de recaudación en solo 30 horas (40 mil dólares para imprimir mil copias). Y eso no es todo: en noviembre de este año saldrá a la venta el volumen dos (en inglés) con otras cien mujeres protagonistas, desde Nefertiti a Beyoncé.


La diversidad no solo está representada en cuanto al género, sino también en términos de raza, orientación sexual o religión. Además, cada historia fue ilustrada por una mujer diferente de todos los rincones del mundo.

"Los chicos no nacen pensando que las niñas son inferiores a los niños. Les enseñamos a pensar de esa manera cuando, por ejemplo, decidimos que está bien comprar una remera azul para una chica, pero no consideraríamos comprar una rosa para un niño", dicen Favilli y Cavallo, fundadoras de la editorial infantil Timbuktu Labs.


Tal como aseguran las escritoras, las historias se usan para entender cómo funciona el mundo y cuál es nuestro lugar en él. En la ciudad de Buenos Aires aun caminamos "por" una mayoría de hombres: cuando en 1995 se estableció que las calles de Puerto Madero llevasen el nombre de destacadas mujeres argentinas y latinoamericanas, apenas 24 calles tenían nombre de mujer. Así lo relatan Paula Margules y María Esther Bazo Domínguez en su libro Mujeres de Puerto Madero (Atlántida), donde a lo largo de más de 400 páginas cuentan las historias de 34 mujeres que trabajaron por una sociedad mejor, como Juana Manso, Lola Mora, Alicia Moreau de Justo o Victoria Ocampo. Más historias para llevar a la mesa de luz e inspirar los sueños de chicos y grandes.

miércoles, 23 de mayo de 2018


“FIRSTS”: ESTAS SON LAS MUJERES QUE ESTÁN CAMBIANDO AL MUNDO”

Supieron transformar las críticas, los obstáculos, la incertidumbre de ser las primeras y el machismo circundante en una gran fortaleza. La revista Time destaca a 48 pioneras que están dejando una huella fundamental para las generaciones venideras.

La revista estadounidense Time homenajea a 46 mujeres que marcaron un hito en la historia, rompieron barreras y "techos de cristal" dentro de sus respectivas profesiones para llegar a lugares de honor y reconocimiento.


"Firsts" se trata de un proyecto que incluye una colección de fotos que fueron compiladas en un libro (ya a la venta) y publicadas en soportes digitales. El archivo consta de 12 tapas claves para la historia de dicho magazine, que incluyen a Hilary Clinton (la primera mujer en conseguir una candidatura a presidenta y estar casi al borde de ganarla), Barbara Walters (pionera del periodismo televisivo femenino), Oprah Winfrey (productora, empresaria y creadora de su propio “talk show” televisivo) y Selena Gómez (la cantante que rompió el record de los 100 millones de seguidores en Instagram).


En la página principal del proyecto cada una es presentada con un título que resume de modo contundente una carrera, un recorrido personal: “La autora” (Rita Moreno), “La conductora” (Danica Patrick, primera mujer en ganar el Indianapolis 500 y el Daytona 500), “La legisladora” (la primera legisladora Americana Somalí, Ilhan Omar), y la lista continúa. Cada una de ellas es presentada con un video que va enlazando entrevistas con un archivo fotográfico de sus vidas tanto íntimas como públicas.


Los retratos de estas célebres mujeres son de autoría femenina: Luisa Dörr (28) es una joven fotógrafa brasileña que realiza su obra usando como herramienta su iPhone. Fue seleccionada por Kira Pollack (directora de fotografía de Time) entre otras colegas para realizar los 48 retratos y 12 tapas de la revista. En una entrevista para el mismo medio, cuenta: “Usualmente ves a estas personas con mega producciones y mucha iluminación. Es difícil que a mí me inspire alguien que parece inaccesible. Para Firsts, las fotos fueron hechas con luz natural, usando sólo un reflector cuando fue necesario. (…) Me fascinan los rasgos y topografías de los rostros de estas mujeres, sus historias y su contexto. Me interesa cómo la vida y el tiempo están escritos en ellas, no en sus marcas físicas, sino en sus trazos espirituales”.


Patricia Bath, una física e inventora, pionera en su materia, dijo en la nota de Time que presenta el proyecto: “Cuando me dijeron que era una ‘Firsts’ me sobrevino una sorpresa. Yo no esperaba ser la primera, solamente hacía mi trabajo”. Pero estas mujeres que tienen entre 18 y 87 años, muchas veces no se dieron cuenta, mientras realizaban su tarea –explorar el fondo del mar o una órbita exterior de la Tierra, como es el caso de Kathryn Sullivan-, que no tenían predecesoras de su mismo género.


Incluso están agradecidas a quienes intentaron frenarlas: las motivaron a ir más lejos aún.

La bióloga molecular y Premio Nobel de Medicina Elizabeth Blackburn nos deja este clarísimo ejemplo: “Dije, ‘voy a ser científica’. Y uno de los presentes, durante una reunión, respondió, '¿qué haría una chica tan linda como vos en la ciencia?’ Me quedé tan en shock que no supe qué responder". Con el tiempo, se convertiría en la primera mujer en presidir Salk Institute, una reconocida institución de investigación en biología.

martes, 22 de mayo de 2018


 “MUJER Y TECNOLOGÍA: UNA BRECHA QUE DISMINUYE CUANDO SE TRABAJA CON PERSPECTIVA DE GÉNERO”

Según la Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU de acuerdo a su sigla en inglés), en los próximos años habrá un notable déficit de perfiles calificados en el sector de las TIC a escala mundial. Además, señala que el número de mujeres que hoy se incorpora al sector es insuficiente en todo el mundo.


Según datos recientes aportados por la Secretaría de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación de la Nación, la participación de mujeres en carreras de grado y pregrado vinculadas a la informática y disciplinas afines es muy baja, y ha venido cayendo en los últimos años: en 2015, la proporción de estudiantes mujeres fue de 16,4% mientras que en 2010 había alcanzado 19,5%.

Mientras tanto, en Argentina, se estima que hay más de 5 mil puestos de trabajo por año que quedan vacantes en el sector TIC por la escasez de perfiles con las competencias requeridas para las posiciones buscadas:

·        Mayores índices de formalidad.

·        Condiciones salariales por encima del promedio.

·        Mayores posibilidades de autonomía, crecimiento y desarrollo profesional.

·        Más opciones de trabajo (proyectos nacionales, internacionales o emprendimientos).

·        Baja competencia en el mercado laboral; - Modalidades flexibles de trabajo (trabajo remoto, home office, etc.)


Este último punto representa un gran diferencial, principalmente para las mujeres, ya que son quienes encuentran en la actualidad mayores obstáculos para compatibilizar su vida familiar y las responsabilidades laborales.

Tecnología con perspectiva de género

Existen en nuestro país varias iniciativas que buscan sumar más mujeres a la tecnología, por ejemplo, Chicas en Tecnología o ADA IT. Otro ejemplo es el Plan 111 mil, que busca formar perfiles para el sector IT, y pretende formar en un plazo de cuatro años a 100.000 programadores, 10.000 profesionales y 1.000 emprendedores tecnológicos. Paralelamente, encaró acciones de sensibilización y comunicación con perspectiva de género y logró -así- aumentar la inscripción de mujeres.

lunes, 21 de mayo de 2018


“POR QUÉ “MUJER MARAVILLA” FUE LA EXCEPCIÓN A LA “REGLA” EN 2017”

Un estudio realizado entre las cien películas más taquilleras del año pasado en Estados Unidos detectó que se redujeron las protagonistas femeninas respecto al año anterior.

Aunque 2017 fue el año de Wonder Woman, un estudio reveló que las protagonistas femeninas se redujeron un 5% entre las cien películas más lucrativas del año pasado en Estados Unidos. El número no es menor si se tiene en cuenta que ese año las audiencias tenían casi el doble de probabilidades de ver personajes masculinos en la pantalla que personajes femeninos.


El Centro para el Estudio de las Mujeres en el Cine y la Televisión en San Diego State University lanzó el jueves su estudio anual "It's a Man's (Celluloid) World" ("Es un mundo -de celuloide-masculino"). Allí develó que las mujeres tuvieron el 24% de los personajes protagónicos "únicos" el año pasado, en comparación con el 29% de 2016, a pesar de grandes estrenos como Star Wars: The Last Jedi y La Bella y la Bestia, las dos películas más taquilleras de 2017. Mientras tanto, los varones protagonizaron el 58% de los filmes, y el 18% eran grupales.

Las protagonistas femeninas "únicas" eran mucho más propensas a aparecer en los filmes independientes (65%) que en las de grandes estudios (35%); mientras los protagonistas masculinos "únicos" tenían más probabilidades de aparecer en las de estudio que en las independientes (54% y 46%, respectivamente).


Los personajes principales se definieron como aquellos que aparecían en más de una escena y eran importantes para la trama de la película. Así, los personajes masculinos representaron casi dos tercios de los papeles principales.

Además, los investigadores concluyeron que las mujeres representaban el 34% de todos los personajes con diálogos de los filmes, mientras los varones "hablantes" representaron el 66% del total.

"En una temporada de premios en la que el debate sobre las mujeres y la igualdad de género fue central, necesitamos separar la hipérbole de la realidad", dijo Martha Lauzen, directora ejecutiva del centro de San Diego State, en un comunicado. "Las cifras todavía no reflejan los reclamos para un cambio mayor o masivo en la industria cinematográfica". Y agregó: "a pesar de la visibilidad de las protagonistas femeninas en las tres películas más taquilleras de 2017, el porcentaje general de protagonistas femeninas disminuyó".


A pesar de esa reducción, los personajes femeninos de raza negra aumentaron de 14% a 16% y las latinas pasaron de 3% a 7%, mientras que los personajes asiáticos femeninos aumentaron de 6 a 7%.

El estudio analizó 2.361 personajes de entre las 100 películas más taquilleras en Estados Unidos de 2017 (se omiten las extranjeras). Se realiza anualmente desde 2002.

viernes, 18 de mayo de 2018


 “CAMINO A G20: MUJERES QUE HACEN E INSPIRAN”

En octubre del año pasado se hizo por segundo año consecutivo esta jornada anual organizada por la Fundación Global. Las exposiciones se centraron en la mujer en el mundo camino al G20.

Centrada en la mujer en el mundo camino al G20, se realizó el viernes 6 de octubre la jornada Mujeres que hacen e inspiran, organizada por segundo año consecutivo por la Fundación Global, en el Palacio San Martín. Participó una audiencia de más de 150 personas compuesta por líderes de empresas, fundaciones, organizaciones y jóvenes.


La presidenta de la Fundación Global, Graciela Adán, dio la bienvenida con unas palabras. "El año 2018 es un año especial para la Argentina, ya que seremos vidriera del mundo. Como lo indica el nombre de nuestra fundación, nuestro objetivo es pensar cómo dar respuesta a la globalización desde un país emergente, por lo que no podíamos ser ajenos a lo que sucederá el año que viene", comentó. Además, recordó que en mayo se realizará en Buenos Aires la 14° conferencia de la Asociación Internacional de Mujeres Juezas (IAWJ), donde más de 4.200 juezas de 95 países vendrán a nuestro país ese mes. Y, por otro lado, Mendoza será sede de la Reunión Anual de las Asambleas de Gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y de la Corporación Interamericana de Inversiones (CII).

La jornada arrancó con unas palabras de bienvenida del Embajador Pedro Villagra Delgado, Sherpa argentino del G20. Luego, continuó con la diputada y enóloga Susana Balbo, Chair de W20; y le siguieron cuatro paneles que contaron con figuras de gran renombre y trayectoria del ámbito político, empresarial y de la justicia.


Para el panel "Más mujeres, más actitud", hablaron Elena Morettini, chief geologist en YPF, y María Inés Baqué, secretaria de gestión e innovación pública en el Ministerio de Modernización de la Nación Argentina. Moderó la charla Cristian Pérez, Gerente de Asuntos Públicos de Coca Cola Argentina.

Más tarde, Gabriela Oliván, directora de comunicación para Latinoamérica de Accenture, coordinó una conversación sobre el desarrollo que incluyó las palabras de Denise Henry, COO de Apex América, Patricia Furlong, Vicepresidente y Gerente General de Global Corporate Payments de American Express Argentina, y Ercilia Nofal, Directora del Banco de la Nación Argentina.

También se disertó sobre justicia: Cintia Pamela Caletti, Ministra de Derechos Humanos y Justicia de la provincia de Salta, y Susana Medina de Rizzo, Presidenta de la Asociación Internacional de Mujeres Jueces, conversaron con Cecilia Mosto, socio gerente CIO Creative Investigation.


Al final llegó la hora de hablar de política: Soher El Sukaria, legisladora por la provincia de Córdoba, Carla Carrizo, diputada nacional, Graciela Camaño, diputada nacional, y Soledad Acuña, Ministra de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, conversaron con Laura La Torre, Coordinadora Institucional de la Secretaría de Coordinación Interministerial de la Jefatura de Gabinete de Ministros.

La jornada fue el cierre de la sexta edición del programa Equidad de Género y Empoderamiento de Jóvenes Líderes Visión 2020, el cual tuvo lugar en la Ciudad de Buenos Aires del 2 al 6 de octubre. Por eso, el último panel del día contó con la participación de tres jóvenes becarias del programa que compartieron su experiencia y aprendizaje con todos los presentes.

De las 150 personas participantes, más de un 90% eran mujeres. En todos los paneles se destacó la importancia de que los hombres se involucren más en estos eventos y la Fundación Global se comprometió a encarar para 2018 la jornada “Mujeres y Hombres que hacen e inspiran”, como puntapié para seguir visibilizando la necesidad de trabajar para alcanzar una mayor paridad y mejorar así la calidad de vida de todos.

jueves, 17 de mayo de 2018


“LAS AZAFATAS VAN GANANDO LA BATALLA CONTRA LOS UNIFORMES SEXISTAS Y ESTEREOTIPADOS”

Las aerolíneas aprobaron desde hace algunos años diseños que incluyen pantalones rectos y zapatos bajos.  ¡Un paso adelante!

Si a tres personas de distintas edades se les pregunta qué es lo primero que se imagina cuando escucha la palabra azafata, la respuesta suele ser la misma: una mujer atractiva, alta, flaquísima y vestida con pollera, tacos y un blazer y camisa al tono.

Ese tipo de respuesta es el resultado de un estereotipo que viene desde los primeros vuelos comerciales y con el que las mujeres tripulantes han tenido que luchar hasta hace muy pocos años y, en muchos casos, lo siguen haciendo.


El código de vestimenta fue y aún es -dependiendo de las compañías- el signo más notorio en la construcción del estereotipo de estas mujeres que, pese a estar ataviadas en trajes de muñeca, tuvieron y tienen que enfrentar situaciones extremas, como poner en marcha un operativo de salvataje o evacuación, practicar maniobras de reanimación o reducir a un pasajero peligroso.

"Una de las primeras indicaciones que te daban para los casos de incendio era que te limpiaras el maquillaje con un trapo y te sacaras las medias. Muy ridículo. Hace unos 20 años nuestros uniformes tenían todo lo que no debían ante una evacuación: zapatos con taco y pollera tubo ajustada que no te dejaba mover", recuerda a Télam Tendencias, Daniela Pantalone, que lleva más de 20 años en Aerolíneas Argentinas.

Pantalone, además, recuerda que su compañera Pata Yurgel en 1988 estaba a bordo del Boeing 737 que se despistó en el aeropuerto de Ushuaia y terminó semi sumergido en las aguas del Canal Beagle. Yurgel -hoy jefa de cabina de Aerolíneas Argentinas y con 34 años en la compañía- agrega que "en momentos tan extremos no te das cuenta ni piensas en o que tienes puesto, porque hay que actuar".


"Después de todo, los entrenamientos que tenemos en tierra los hacemos vestidas", agrega.

Jade una azafata retirada de Virgin Atlantic tampoco tiene un buen recuerdo de la experiencia que vivió cuando en pleno tuvo que tirarse sobre un pasajero al que le practicó maniobras de reanimación.

"Siempre cuestioné el hecho de estar en cuatro patas presionando el pecho del pasajero mientras llevaba una pollera tan ajustada", describió recientemente a la BBC.

La azafata, que resguardó su apellido porque aún tiene parientes en esa aerolínea, agregó que para las capacitaciones usaban pantalones y no con el uniforme, que incluía lápiz labial rojo, esmalte de uñas a tono y la sensual falda tubo del mismo color.


A nivel local, Aerolíneas Argentinas y Austral modificaron su código de vestimenta hace poco más de 10 años y la entrada en escena del pantalón para las mujeres fue una gran batalla ganada, que se logró casi a la fuerza.

Natalia Fontana, con casi 20 años de tripulante de Aerolíneas en vuelos internacionales y secretaria de prensa de la Asociación Argentina de Aeronavegantes, asegura que hoy en ambas empresas se puede viajar cómo una se sienta cómoda, es decir en pollera o en pantalón, y con algunos de los dos pares de zapatos reglamentarios: el alto o el bajo, cuyo taco es de unos dos centímetros pero que solo se pueden usar durante el vuelo.

Pero su colega asegura que todavía "las empresas argentinas son bastantes reticentes a los pantalones" y explica que adoptarlos en los vuelos de cabotaje llevó un largo debate.


A las compañías "les cuesta más aceptar que la azafata no es la chica bonita de los 50", acota Fontana, y "para los pasajeros es muy difícil verlas como las agentes de la seguridad que son".

"Nuestro trabajo -precisa- va más allá de alcanzar una gaseosa. Es cierto que cuando estás en el aire entran a jugar un montón de cuestiones, de miedos de los pasajeros, y también nos entrenan a lidiar con ellos. Nosotras hoy podemos poner en marcha el protocolo de seguridad, así como salvar una vida".

Hoy, el control del avión es del tripulante y, según Yurgel, muchas veces esa "rubia linda con cara de muñeca es la misma que reduce a un pasajero y lo esposa, si se activa el protocolo del pasajero disruptivo".


Pero el estereotipo del uniforme también afectó a las comandantes de Aerolíneas Argentinas, que, por el hecho de hacer volar un avión, tarea reservada hasta hace poco tiempo a los hombres, disponían sólo de uniformes masculinos.

Las mujeres piloto también tuvieron su batalla. "Hay quienes vuelan hace 10 años en Aerolíneas Argentinas y recién consiguieron uniforme femenino hace dos. Las vestían con trajes de hombre. Como está el estereotipo de la azafata linda, con pollera, y maquillada, estaba el de las comandantes vestidas de hombre", afirma Daniela Pantalone.

"En Andes, por ejemplo, no usan pantalones y se rehúsan al ingreso de varones, Algo que para nosotras es muy importante porque modifica el estereotipo. Además, al estar con compañeros al lado se genera otro clima. Nosotras queremos tripulaciones mixtas", enfatiza Fontana.